Intentan robar con el método del despiste en la sede de Abanca en A Coruña

La Voz REDACCIÓN / A CORUÑA

A CORUÑA

Marcos Míguez

Los cacos reclamaron la atención de un empleado para intentar que dejase su puesto libre y tratar así de «apoderarse de algún efectivo fuera de custodia»

12 ene 2022 . Actualizado a las 15:41 h.

La sede central de Abanca en A Coruña, situada en la Rúa Nova, fue escenario esta mañana de un intento de atraco que se quedó en nada. Sobre las 10.40 horas, cuatro personas que accedieron al interior de la oficina intentaron, mediante el método del despiste, llevarse parte del dinero que en ese momento estaban manipulando los trabajadores, algo que no consiguieron, por lo que el grupo abandonó la oficina sin ningún botín.

Un miembro del grupo, explican desde Abanca, trató de reclamar la presencia de uno de los empleados que había en las ventanillas de atención al público para que lo ayudase con un supuesto problema en el cajero. Su objetivo era que el puesto se quedase vacío para así poder «apoderarse de algún efectivo fuera de custodia». Aunque fuentes de la sucursal precisan que no había ningún dinero al que pudieran tener acceso. Los cacos, al ver que la situación no se estaba desarrollando como querían, se marcharon sin más.

Todo sucedió en un escaso margen de tiempo. «El trabajador ni siquiera se percató de lo que intentaban hacer, simplemente sintió que lo estaban mareando», explican. Tras informar de la incidencia, y una vez visionadas las cámaras de seguridad, es cuando identifican que el grupo trataba de robar con el método del despiste.

Fuentes oficiales de la entidad señalan que actuaciones de este tipo son frecuentes, aunque puntualizan que «en esta oficina es la primera vez que ocurre». Normalmente las llevan a cabo «grupos organizados, que no suelen utilizar la violencia y en los que los roles están muy determinados». 

Aunque en redes sociales circulaba la información de que los ladrones iban provistos de cascos para ocultar su identidad, desde Abanca dicen que no es así, que simplemente llevaban mascarilla y algunos, visera. A esa hora, en la sucursal había varios clientes realizando diversas gestiones, que, con la rapidez con la que se gestó el intento de robo, apenas se dieron cuenta de lo sucedido.