La vivienda nueva cayó a mínimos históricos durante este mandato en A Coruña

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

En Arteixo, Oleiros y Sada se construyeron más pisos en cada caso que en la ciudad

04 nov 2019 . Actualizado a las 18:41 h.

La construcción de obra nueva cayó en A Coruña a mínimos históricos durante el actual mandato, con los datos más exiguos de nuevos inmuebles desde que hay registros. El IGE acaba de hacer públicas sus últimas estadísticas sobre ese sector, basándose en los datos de licencias que le facilita cada ayuntamiento.

Si se compara el número de edificios de nueva planta para uso residencial A Coruña (19), con 244.000 habitantes, se queda por detrás en cifras absolutas de Abegondo (39), Arteixo (38), Culleredo (48), Oleiros (108) y Sada (77). En esa comparativa A Coruña solo tendría el doble de inmuebles nuevos que Coirós (9), aunque el dato puede dar lugar a interpretaciones erróneas porque equipararía a un bloque de viviendas con una unifamiliar.

Computando por número de viviendas A Coruña sale mejor parada, pero no por mucho. En tres años (del 2015 al 2017) se hicieron 77 pisos en 20.473 metros cuadrados. En Oleiros (35.000 habitantes) se levantaron más del doble, con 51.951 metros cuadrados construidos y 161 pisos. Sada, con 87 pisos, mejora también la cifra coruñesa, y también lo hacen los 80 hogares levantados en Arteixo.

En todos los municipios del área metropolitana de A Coruña se aprecia una cierta regularidad si se compara el actual mandato con el anterior en ese campo. En Culleredo, por ejemplo, se hicieron 40 viviendas en los últimos tres años contabilizados y 50 en los cuatro anteriores. En Oleiros hubo un descenso significativo, pasando de 298 a 161, si bien faltaría el 2018 por contabilizar para equiparar los períodos.

Pero donde más destacan las diferencias de unos mandatos a otros es en A Coruña. Entre el 2011 y el 2014, aún bajo los efectos de la crisis, se finalizaron en la urbe 749 viviendas que ocupaban 135.107 metros cuadrados, situando a la ciudad muy delante del resto de municipios de su entorno en los datos de construcción. Sin embargo, desde el 2015 se aprecia un descenso muy acusado. En los tres primero años del actual mandato se hicieron, según el IGE, diez veces menos que entre el 2011 y el 2014.

«Los datos no hacen más que confirmar lo que venimos diciendo desde hace tres años», dice Juan José Yáñez, desde la asociación de promotores. «Los cinco ayuntamientos del área son de cinco partidos políticos distintos y con cuatro nos entendemos razonablemente bien, el problema es A Coruña», dice Yáñez, quien asegura que el gobierno local les pone todo tipo de trabas para poder construir: «Ya no nos dejan ni consultar en Urbanismo, han puesto un vigilante de seguridad y no nos dejan ni entrar», dice.

Los datos contrastan con la versión municipal, que dice que las licencias crecen

Los datos del IGE se basan en los que entrega cada ayuntamiento a ese organismo público para la elaboración de estadística. Sin embargo, esas cifras contrastan con las versiones ofrecidas desde hace más de un año por el gobierno local sobre la concesión de licencias.

Según las cuentas del Ayuntamiento que hace públicas su gabinete de comunicación, el número de licencias de obra superaba el pasado mes de diciembre en un 74 % las concedidas durante el mismo período del 2014, cuando todavía no gobernaba la Marea. Según el consistorio, por ejemplo, en el año 2017 se dieron en A Coruña 830 licencias de obra, dato que contrasta con el número de viviendas que, según el IGE, se construyeron ese año en la ciudad: 13.

Las cifras que ofrece María Pita resultan positivas en comparación con el balance del anterior gobierno local y citan como ejemplo las 81,5 licencias mensuales aprobadas en A Coruña en el 2017 frente a las 46 de cuatro años atrás.

Los números que hace públicos el gobierno local comenzaron a mejorar significativamente en abril del año 2017. Entonces, y tras casi dos años de críticas por el escaso volumen de licencias concedidas, la Marea decidió dejar de llevar a la junta de gobierno local la mayor parte de los permisos, los que cuentan con menos de 1,2 millones de presupuesto, y desde entonces nadie tiene acceso a los expedientes, de los que da cuenta oralmente un concejal. Esas cifras contabilizan por igual un permiso para alicatar una cocina y un edificio de nueva planta.