Muere José Luis Aristín, cuidador de las estrellas del Superdépor y pionero de la fisioterapia

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Se jubiló el año pasado tras una fructífera carrera en el Servicio Municipal de Deportes, el Deportivo y la UDC

26 dic 2021 . Actualizado a las 17:55 h.

José Luis Aristín González (Salamanca, 1950) falleció este domingo en su domicilio de A Coruña a los 71 años de edad. Aristín fue uno de los pioneros de la fisioterapia en Galicia, donde ejercía como profesor de la Escuela Universitaria y fundó el colegio profesional (Cofiga), que presidió hasta el 2015.

Aristín llegó a A Coruña en 1975, para cubrir una plaza vacante y atraído por el mar y las peticiones de su mujer, Mari Carmen, fallecida en el 2017. Siempre se definió como un «salmantino coruñés» y su huella está presente también en el Centro Municipal de Fisioterapia, que ayudó a poner en marcha y dirigió en los bajos del Palacio de los Deportes de Riazor desde la época de Francisco Vázquez como alcalde hasta su jubilación —forzosa, porque nunca quiso renunciar a su gran pasión y vocación— en medio de la pandemia.

Durante la década de los 90, fue uno de los cuidadores de las estrellas del Superdépor, especialmente de Bebeto, un habitual de su camilla y que confiaba la reparación de las tensiones en sus gemelos a sus manos. Pero el bahiano no era el único en pasar por su consulta. El tránsito entre los vestuarios de Riazor y la consulta del Palacio de los Deportes no distinguía entre estrellas y gregarios y Aristín, siempre callado y atento, vigilaba con tino que primero Arsenio Iglesias y luego sus sucesores pudieran contar con sus gladiadores en el mejor estado de forma posible.

Su presencia en las entrañas del equipo deportivista causó sorpresa al principio, poco dado a invertir dinero en mejorar las condiciones fuera del terreno de juego. Pero pronto supo ganarse el respeto de los veteranos del vestuario y, sobre todo, de los entrenadores y médicos del Dépor para establecer una línea de trabajo inédita y que, en su medida, también contribuyó a hacer grande aquel equipo.

El cariño de José Luis Aristín por el mundo del deporte no se ceñía al fútbol. Deportistas de casi todas las disciplinas recurrían a su experiencia para superar las más variopintas dolencias. Y ese conocimiento se acababa trasladando a la sociedad civil, siendo uno de los más avanzados en la diagnosis y tratamiento paliativo de enfermedades como la fibromialgia.

Insignia de oro y brillantes

Amante de la bicicleta y el senderismo, que en los últimos tiempos apenas podía practicar, deja dos hijos, Beatriz, también fisioterapeuta, y José Luis, neurólogo, además de una larga cadena de alumnos que tomaron nota de sus conocimientos.

En los últimos meses sufrió diversos problemas de salud, pero nunca dejó de escuchar a Pavarotti y a los Sírex o Karina. La Creedence y los Beatles le ayudaban a pensar mejor, decía con una tímida sonrisa.

El pasado 3 de diciembre, recibió el último de los muchos homenajes y premios cosechados a lo largo de sus más de 45 años de profesión. Fue la imposición de la insignia de oro y brillantes del Colexio de Fisioterapeutas de Galicia que él mismo fundó y que presidió hasta el 2015.