92052, un quinto premio madrugador para A Coruña

E. Silveira / T. Rivas A CORUÑA

A CORUÑA

César Quian

La administración La suerte de la avenida de Oza vendió diez décimos, agraciados con 6.000 euros cada uno

22 dic 2021 . Actualizado a las 10:22 h.

Parte de un quinto, el primero de los grandes premios que ha salido del bombo en este sorteo de la lotería de Navidad, se ha vendido en A Coruña, en la administración La suerte, situada en el número 152 de la avenida de Oza. Los niños de San Ildefonso Yanisse Alewxandra Soto y Luis Alcides cantaron el 92052 a las 9.23 de la mañana, pero a esa hora, la administración todavía estaba cerrada.

Apenas unos minutos después de que la suerte los agraciase, la lotera Celia Pedreira abrió las puertas de su despacho, en el que se vendieron diez décimos del quinto premio, todos por ventanilla. Cada serie está premiada con 60.000 euros, lo que supone 6.000 euros al décimo. «Estaba tomando o cafe cando me chamaron para decir que demos un quinto premio e viñen a todo correr», comentaba emocionada la lotera. Aunque apenas llevan cuatro años abiertos, es la segunda vez que dan un quinto premio, que en aquella ocasión también había sido madrugador. «É a segunda vez que damos un quinto desde que abrimos hai catro anos, así que non está mal. Seguramente o compraron veciños do barrio porque aquí non veñen de fóra a comprar», aseguró.

A la administración comenzaron a llegar vecinos, medios de comunicación y también el marido de Celia, Javier Sobrino, y la empleada Sonia Garaboa Mosquera. «A titular, que é a miña filla, Laura Sobrino, está de baixa por unha operación. Pero esto vaille poñer as pilas», aseguró con mucha alegría.

A Celia y Javier la noticia les llegó tomando el café en el bar Minín, muy cerca de la administración. Hasta allí se acercó el propietario del negocio hostelero para descorchar la tradicional botella de champán. Sonia estaba todavía saliendo de casa hacia el local cuando la suerte los visitó: «Venía tan tranquila y enseguida me llamaron, porque siempre abrimos a las diez. Y no intuía nada... Piensas todos los años que vas a dar algún premio, pero no tan madrugador».