En el Ánxel Casal de Monte Alto en A Coruña: «Nos llaman empresas de toda España para saber si hay alumnos»

Melissa Orozco / C.A A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El instituto de FP, que forma a 2.200 estudiantes, ofrece 12 ciclos de la familia profesional sanitaria

07 dic 2021 . Actualizado a las 07:31 h.

La ESO o el bachillerato dan paso a una etapa especial para los jóvenes. Comienza la incertidumbre por el futuro y una búsqueda vocacional en donde cada capacidad tiene su lugar. El Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) Ánxel Casal, de Monte Alto, es consciente de la situación por la que pasan los estudiantes al tratar de encontrar un rumbo laboral que les permita mostrar sus aptitudes. Por eso ofrece un amplio abanico de 24 ciclos que exploran las áreas de Sanidad, Química, Seguridad y Medio Ambiente y Servicios Socioculturales en la Comunidad.

La familia profesional de Sanidad es la que cuenta con más ciclos en este centro; un total de 12 que van desde Cuidados Auxiliares de Enfermería, Emergencias Sanitarias o Documentación y Administración, a Higiene bucodental o Anatomía Patológica, entre otros. «El objetivo es formar a trabajadores para el amplio tejido sanitario de la zona. La mayor parte de nuestros alumnos estudian para optar a un puesto en el Chuac o en otros hospitales. También complementan y hacen un segundo ciclo o lo utilizan como paso previo para la universidad», dice Cristina Lesta, directora del centro.

La oferta académica cuenta con ciclos medios y superiores. Para quienes llegan de la ESO sin el bachillerato está la primera opción. De acuerdo con Dolores Yáñez, jefa de estudios, la nota de corte para ingresar a los ciclos es alta, debido a la demanda de solicitudes. La entidad recibió más 8.000 este año y cuenta con 2.200 alumnos en el total de las familias profesionales.

«Elegí el ciclo de Higiene Bucodental porque después quiero entrar en el grado de Odontología. Recomiendo a las personas que lo hagan así antes de acceder a la carrera para tener unos conocimientos básicos», cuenta Lola Queijo, estudiante del centro. Sus amigos y futuros colegas, Alejandro Peña y Carla Campo, también comparten su apreciación. «Aprendemos tareas básicas que se hacen en una clínica, y a colaborar con los odontólogos. El ciclo en sí es bastante concreto; tiene asignaturas teóricas y prácticas. Son interesantes en general», dice Alejandro. «Quería hacer el ciclo de Cuidados Auxiliares de Enfermería, pero este me gustó mucho y decidí quedarme», cuenta Carla.

Como en el hospital. En el taller de Cuidados auxiliares de enfermería, los estudiantes examinan a sus pacientes. Sus prácticas son grabadas y proyectadas en otro salón para que sus compañeros observen sus labores. De esta forma, los alumnos pueden mirar con detenimiento los aciertos y errores en las pruebas.
Como en el hospital. En el taller de Cuidados auxiliares de enfermería, los estudiantes examinan a sus pacientes. Sus prácticas son grabadas y proyectadas en otro salón para que sus compañeros observen sus labores. De esta forma, los alumnos pueden mirar con detenimiento los aciertos y errores en las pruebas. CESAR QUIAN

Cuando los jóvenes hablan de las clases prácticas tienen razón, el centro dispone de laboratorios especiales para los ciclos. Por ejemplo, tienen la oportunidad de simular una emergencia en un laboratorio con un escenario similar al de una ambulancia o un hospital. El aprendizaje trata de ser en vivo.

Una oferta novedosa

Lo último en la oferta del centro es el ciclo de Cultivos Celulares, que está dirigido a estudiantes de las áreas de sanidad y química. La formación está relacionada con el tratamiento y la conservación de la célula y tiene aplicaciones en biotecnología, reproducción asistida y fabricación de medicamentos y vacunas. El Ánxel Casal se encuentra en negociaciones con el Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic) para que los estudiantes puedan realizar sus prácticas allí. «Intentamos dar la formación más avanzada y actualizada para que el alumnado pueda estar en contacto con empresas punteras del sector», dice la directora del centro.

Aunque los ciclos sanitarios sean mayoritarios en la oferta. Según Cristina Lesta y Dolores Yáñez, uno de los más demandados es el de Educación Infantil, que pertenece a la familia profesional de Servicios Socioculturales en la Comunidad. Actualmente lo cursan alrededor de doscientos alumnos.

«Hay ciclos que son muy demandados y no tienen mucha inserción laboral, como el de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico. También hay otras formaciones profesionales que no son tan solicitadas, pero que tienen más empleabilidad, como Audiología Protésica», señala Yáñez. De acuerdo con la jefa de estudios, hay casos en los que la demanda se corresponde con la inserción laboral; esto sucede en los ciclos de Higiene Bucodental y Cuidados Auxiliares de Enfermería. «Nos llaman las empresas para saber si hay alumnos, incluso de otras partes de España. A veces no tenemos los suficientes», apunta.

El centro también pretende acoger a aquellas personas que han trabajado en un área específica, pero nunca han tenido la oportunidad de estudiarla. Para eso está el programa de evaluación, reconocimiento y acreditación, mediante el cual se les hace una prueba a los candidatos que deseen cursar un ciclo y homologar materias que ya han aprendido por su práctica como empleados.