Marta Ortega siembra la idea del gran centro de arte contemporáneo en A Coruña

m. carneiro A CORTUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La ejecutiva de Inditex deja un espacio portuario inspirado en la fotografía de Lindbergh, «sin artificio y contundente», explica la arquitecta Elsa Urquijo, listo para intervenciones futuras

03 dic 2021 . Actualizado a las 13:43 h.

La admiración con que artistas en las antípodas de la fotografía de moda explican la trascendencia de la obra de Peter Lindbergh habla por sí sola de la exposición que mañana se inaugura en el muelle de Batería de A Coruña fruto del empeño y el trabajo personal de Marta Ortega, que también admiró al creador polaco antes de conocerlo. La próxima presidenta de Inditex viajó a París para encontrarse con el artista que proclamó que la responsabilidad de los fotógrafos es «liberar a las mujeres, y finalmente a todo el mundo, del terror de la juventud y la perfección», y desde aquella cita la amistad se abrió paso, nacida de una sensibilidad artística compartida y sostenida hasta el fallecimiento inesperado de Lindbergh en septiembre del 2019. Tanto la exposición de los muelles, Untold Stories [Historias no contadas], como el libro Raw Beauty [Belleza cruda], publicado por la ejecutiva de Inditex con el apoyo del escritor, cineasta y fundador de Photo London Michael Benson, son un homenaje póstumo al amigo.

El lugar es crucial. Con su viaje a Galicia, el montaje producido por la fundación que administra el legado del fotógrafo abre un camino inexplorado en la recuperación de las instalaciones portuarias para usos públicos y entrega a la ciudad «el gran centro de arte contemporáneo que A Coruña necesita. Aquí los museos son casitas de muñecas», explica uno de los invitados a la cena que Marta Ortega ofreció el miércoles en la nave rehabilitada por la arquitecta Elsa Urquijo en el muelle de Batería donde se ha instalado la exposición.

«Fue la propia fotografía de Peter la que nos direccionó a buscar un espacio diferente, que reflejara bien su autenticidad, sin artificio, contundente y, al mismo tiempo, dotarlo de una dimensión urbanística, abierta al mar e integrada con la ciudad», explica la arquitectura coruñesa. 

Perspectiva europea

«La intervención es muy buena y nos equipara con centros de arte del resto de Europa. Una nueva estructura industrial y museística que está aquí pero que podría estar en Düsseldorf o Hamburgo. Salas de seis metros de altura. La idea del contenedor portuario presente, y el mar. Las grúas, el castillo de San Antón al fondo, el puerto al lado, la brisa del mar, ese ambiente. Un espacio bien diseñado, con buenos materiales, con perspectiva europea, realmente muy atractivo», describe este invitado, que compartió cena con modelos, estilistas, diseñadores, editores y representantes del mundo del arte como el propio Benson o la conservadora de la Fundación Beyeler de Basilea.

La actuación del equipo de Urquijo comprende una nave en desuso de 1.900 metros cuadrados, utilizada en origen como almacén de mercancías y ahora destinada a espacio expositivo y servicios complementarios, y cuatro silos de Cementos del Cantábrico de 200 metros cuadrados donde se localizan la cafetería y una tienda de productos relacionados con la exposición. Es una intervención modesta que no requiere desafectar las instalaciones portuarias y permite igualmente abrirlas para los ciudadanos.

En el muelle de Batería ya no hay actividad portuaria —en el de Calvo Sotelo cesará en el 2022—, y una vez que el Ayuntamiento, la Xunta, Puertos del Estado y la Autoridad Portuaria, propietaria de los terrenos, firmen el acuerdo para integrar en la ciudad este espacio histórico del que surgió A Coruña, la nave recuperada por Marta Ortega señalará la dirección. «La oportunidad es excepcional y el listón queda muy alto con esta exposición. Ojalá los futuros programadores no lo defrauden», concluye el invitado.