Los grafitis alcanzan el muro exterior del pazo de As Cadeas

T. Silva OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

El material empleado obliga al IFFE Business School a repintar la zona afectada con la supervisión de Patrimonio

13 feb 2024 . Actualizado a las 18:07 h.

Los grafiteros no han podido encontrar más visibilidad en la N-VI con sus últimas incursiones nocturnas. Desde hace varios días, los conductores que pasan ante el pazo de As Cadeas pueden leer desde su asiento las firmas de los últimos vándalos, tal es el calibre de las letras empleadas. Pero en esta ocasión, el daño ya no es solo estético sino que ha tocado en el propio patrimonio del Ayuntamiento al haber usado como lienzo los muros exteriores del histórico recinto fundado en la segunda mitad del siglo XIX. Desde hace años es la sede del IFFE Business School, cuyo director, David Carro, recibió la llamada del guardés en la madrugada de un domingo. «Ya habían hecho grafitis o pintadas en otras ocasiones, pero nunca como esto», señala el responsable de la escuela. «No sabemos qué material han empleado en esta ocasión, pero resulta imposible eliminarlo y nos obligará a pintar de nuevo todo el muro frontal», señala Carro. No obstante, dicha labor no se podrá realizar hasta que Patrimonio dé su permiso. «Lo bueno es que es solo un tramo pequeño, pero la maldad está en la pintura que han usado», añade.

El gasto del nuevo pintado correrá a cargo del IFFE Business School, que trasladó los hechos a la Guardia Civil de Oleiros. Hace varios años el recinto sufrió unas pintadas de negro en la piedra labrada de una de las puertas de acceso, y cuya porosidad también hace muy complicada su eliminación.

Carreteras, difícil control

El Concello de Oleiros es uno de los más beligerantes con este tipo de actos vandálicos, incidiendo siempre en la colaboración de los vecinos para dar con los autores. Si acaso su control puede ser factible en los cascos urbanos, resulta más complicado en carreteras como la vía Ártabra, plagadas por estas pinturas durante varios tramos, al igual que en otros puntos de la N-VI, como en casas abandonadas en el cruce de Espírito Santo, o en fachadas de casas de Guísamo (Bergondo). Algunas de estas firmas abundan en el centro de la ciudad de A Coruña.