María Botana, de la Confederación de Empresarios de A Coruña: «Un trabajador sano será más proactivo, y hay que aprovecharlo»

Lucía Cancela
Lucía cancela A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

María Botana, experta de la CEC en riesgos laborales.
María Botana, experta de la CEC en riesgos laborales. MARCOS MÍGUEZ

La responsable de prevención de riesgos laborales de la CEC reclama más cultura preventiva y un papel participativo del empleado

02 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

María Botana es la responsable de prevención de riesgos laborales en la Confederación de Empresarios de A Coruña. De su contacto diario con diferentes entidades toma como aprendizaje errores comunes y reclama una mayor proactividad a los trabajadores. Por ley, deben cumplir las medidas de seguridad que sus empresas les recomiendan.

-¿Qué sectores tienen mayor porcentaje de bajas?

-En Galicia despuntan los problemas en los sectores pesquero, forestal y agroganadero. Pero además, también se dan en trabajos en altura, comunes a varios sectores. Hay un montón de accidentes, incluso muertes, causados por caídas desde lo alto.

-¿Aun con toda la protección que se debe utilizar?

-Sí, además de que es transversal a muchos ámbitos [construcción, forestal o eléctrico], no hay una formación específica en trabajos en altura. Es decir, en cada profesión te hablan de riesgos laborales y de cómo ponerte el arnés, por ejemplo, pero no existe una titulación al respecto.

-¿Los alumnos salen preparados en materia de riesgos y salud en el trabajo?

-Hay margen de mejora. La prevención está algo descolgada de la capacitación para hacer ciertas tareas. Se la dejan a las empresas, cuando en realidad el trabajador debería venir con un mínimo de conocimientos. En este sentido es necesario construir cultura preventiva a nivel social.

-Si una persona es autónoma, ¿quién vigila su seguridad?

-La normativa de riesgos laborales es de obligado cumplimiento en España. Si no tiene trabajadores a su cargo, la ley de prevención lo deja en el vacío porque es de aplicación siempre que haya una relación laboral.

-Incluso estar sentados en una silla tiene sus riesgos.

-Pues sí. Si pensamos en peligro, la cabeza nos lleva a un percebeiro. Pero la actividad de oficina tiene riesgos asociados, y cada vez más. La pandemia sacó a la luz muchos de ellos relacionados con los hábitos de vida y el sedentarismo.

-Eso es. El riesgo de no moverse de la silla.

-De no moverse en general. Mantenemos una jornada de ocho horas con una postura estática. Y aun encima, mala. Encorvados y con piernas cruzadas. Debemos luchar contra ello. Haciendo ejercicio en nuestro día a día, cambiando de postura y con pequeños estiramientos.

-Por ejemplo, ¿es peligroso escribir todos los días?

-Sí, hay un riesgo laboral que se llama trastorno por movimiento repetitivo. Las posturas estáticas ejercen presión sobre la misma parte del cuerpo y a la larga puede resultar dañada.

-¿Los trabajadores también tienen su parte de culpa?

-Sí. Deberían tener un papel activo en la prevención. Si bien es cierto que cuando están en el trabajo hay condiciones que no dependen de ellos (luz, mobiliario, distribución de la jornada), hay una parte en la que sí pueden involucrarse: la higiene postural. Cómo comemos, cómo nos cuidamos y el trabajo tienen que ser alicientes para el autocuidado.

-Autocuidado significa no estar pendiente del trabajo en casa.

-Exacto. El exceso de productividad es un riesgo. Genera fatiga mental y física. Se da siempre que existe un desequilibrio y se deriva de un exceso de responsabilidad o trabajo. La crisis sanitaria hizo que las jornadas, por ejemplo, fueran muy difusas. Hay una frase que dice que el estrés es la sal de la vida o el exceso de la muerte. Y tiene toda la razón, porque un poco de presión viene bien para trabajar, pero mucha provoca grandes efectos negativos, como el estrés o la ansiedad. La empresa debe cuidarnos dentro de la jornada laboral, y nosotros, fuera. Si puedes hacerlo al día siguiente, déjalo.

-¿Las empresas están perdidas en materia de prevención?

-Hay distintas velocidades. Se avanzó mucho, porque la ley de prevención es de 1995 y ahora ya tiene una trayectoria muy larga. Hay empresas grandes, con estándares y requisitos de seguridad, que hacen de tractoras de otras entidades colaboradoras que hacen que el resto se pongan las pilas. Otros se limitan a cumplir la ley a rajatabla. Un trabajador sano será más proactivo, y eso hay que aprovecharlo.