Mulleres Colleiteiras: las siete heroínas del reciclaje de aceite usado en la provincia de A Coruña

Melissa Orozco / C.A A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La asociación recolectó el año pasado 250.000 toneladas en los contenedores

01 nov 2021 . Actualizado a las 08:13 h.

Una botella de aceite usado de la cocina depositada en un contenedor puede hacer la diferencia para el medio ambiente y para la vida de las siete trabajadoras que integran el colectivo Mulleres Colleiteiras. Todas las semanas, salen sin falta por las mañanas en su furgoneta a recoger el material en los más de 100 contenedores públicos naranjas que están distribuidos en A Coruña y otras localidades de la provincia.

Las mujeres también hacen la recogida en escuelas, centros comerciales, restaurantes y fundaciones. Luego de la recolección, todo el material es enviado a la nave del polígono de Iñás. Allí, separan el aceite mineral de motor del vegetal en una mesa. Lo juntan y este pasa por una rejilla que capta los residuos sólidos del líquido como las frituras. Después el material es depositado en una bomba de 1.500 litros que decanta el agua y los restos durante 20 horas. Al final, el aceite está valorizado, ya tiene un 95% de pureza, lo que significa que puede ser utilizado para fabricar biocombustible.

Según Susana Peña, gerente del colectivo, el año pasado, reunieron más de 225. 000 toneladas del material en toda la provincia, y aspiran que la cifra incremente en un 35% este año. «Pedimos que las personas depositen el aceite en botellas de plástico cerradas porque en el colectivo hacemos un trabajo manual, destapamos todos los recipientes en la mesa. Si se trata de cristal, se rompe fácilmente al transportarlo a la sede o alguna de nuestras operarias se lastimaría. También solicitamos que solo se coloque aceite vegetal en los contenedores porque el de motor nos ocasiona un problema. Si entra en contacto con el vegetal, lo contamina y ya no nos vale», señala.

El proyecto de economía social nació en el 2013 como una alternativa para emplear a las mujeres excluidas. Arquitectos sen Fronteiras apoyó la iniciativa para brindar mejores condiciones a los asentamientos chabolistas de As Rañas y A Pasaxe. «En ese momento, no se recogía el aceite usado de la ciudad. Las integrantes ya habían trabajado con la chatarra. Tenemos muy claro que las mujeres son quienes pueden cambiar las cosas y pueden desenvolver un trabajo muy importante para la sociedad. Queremos conseguir la igualdad real de un colectivo que tiene problemas a la hora de entrar en el mercado laboral».

Mulleres Colleiteiras pretende ir más allá de la inclusión social de sus participantes en un empleo formal. Una de las apuestas del colectivo está enfocada en el desarrollo de la autonomía por medio de la formación, las trabajadoras dan y reciben cursos sobre distintas temáticas como la tecnología y el medio ambiente para desempeñarse de manera profesional.

Hace poco, las operarias estrenaron una nueva furgoneta a gas donada por la Fundación Emalcsa y el Concello de A Coruña. El vehículo tiene una rampa en la parte de atrás que facilita las labores de carga de las trabajadores. La entrega del coche tuvo lugar en la Depuradora de Bens (EDAR).

Aunque el proyecto, en sus inició se dedicaba al transporte del aceite usado, en la asociación se plantea la posibilidad de aprender sobre la transformación y el aprovechamiento del material para culminar el proceso de economía circular. ¿Y por qué no? Contratar más mujeres que se encuentren en exclusión social.