La estratégica actuación va a ser la última de los centros de Galicia
24 oct 2021 . Actualizado a las 09:32 h.Lugo fue pionera en la renovación de las grandes infraestructuras sanitarias de las urbes gallegas, a las que A Coruña, pese a ser el principal referente sanitario de Galicia, llega última. Este año cumplió una década el Hula, el Hospital Universitario Lucus Augusti, que modernizó la atención sanitaria en esa ciudad y su área, que hasta entonces tenían su centro de referencia en las veteranas instalaciones del Xeral-Calde.
La de Lugo fue la primera, pero la más famosa fue la de Vigo. En el 2015 se inauguró el nuevo hospital de la ciudad, el Álvaro Cunqueiro, proyectado para poner fin a los graves problemas de atención sanitaria que sufrían los residentes de Vigo y su entorno.
La obra fue polémica. Se criticó el modelo de gestión y problemas en las instalaciones. El Ayuntamiento olívico se negó a cumplir el convenio por el que se hacía responsable de las acometidas de servicios -luz, agua, fibra óptica- al centro, por lo que las tuvo que hacer la Xunta para que las obras, que ya estaban en marcha, pudiesen terminar, informa Ángel Paniagua.
A pesar de las polémicas, cuando llegó la pandemia del coronavirus, el Álvaro Cunqueiro aguantó el envite. Al contrario que en Santiago o A Coruña, la Xunta no se planteó levantar un hospital provisional en la ciudad olívica: había infraestructura.
Desde ese año hasta ahora fueron poniéndose en marcha el resto de las renovaciones. En Pontevedra están a pleno rendimiento las obras del Gran Montecelo. El año que viene la Xunta prevé invertir más de 35,5 millones en ese centro. El año siguiente está prevista otra remesa de 46,4 y en el 2024, 32,4 millones más. En el 2025, si todo sale según lo previsto, se harán obras por otros 12,1 millones y el centro estará listo.
En Ourense, fue en agosto cuando la Xunta sacó a concurso las obras para reformar por completo el actual hospital materno-infantil, del que solo se conservará la estructura; y la construcción de un nuevo edificio que conectará el materno con el edificio cristal. Contará con 12 plantas, las primeras dedicadas a la atención ambulatoria y el resto para hospitalización. Son 52 millones de euros a invertir en 40 meses, de los que 22 están previstos para el 2022. Y también ha salido a licitación la ampliación de la uci, presupuestada en 9,1 millones, informa María Cobas.
En Ferrol, la ampliación del Arquitecto Marcide, que ya está en marcha, cuenta con más de 14,5 millones en las cuentas de la Xunta para el próximo ejercicio.
Los dos del vagón de cola
En Santiago, las cuentas del Gobierno gallego incluyen una partida de 8,7 millones para la ampliación del Chus. Su renovación, junto con la del Chuac, es la más retrasada. Antes de que empiecen los trabajos será necesario hacer trámites urbanísticos para encajar las 30.000 metros que se prevén construir en la parcela del actual centro. Esas gestiones se harán por vía urgente, pero aún requerirán meses de trabajo.
El Chuac de A Coruña es así el hospital de las siete grandes ciudades cuya remodelación está menos avanzada. Si los tiempos acompañan, la primera fase del proyecto podría licitarse a finales del año que viene. Pero será precisa la inevitable colaboración entre Administraciones que requiere un proyecto de ese calibre. El próximo paso, mientras se resuelven los proyectos, es el trámite de expropiaciones, que requiere financiación municipal.
La dirección del centro considera imprescindible la remodelación. También los responsables de la Xunta, que admiten que el veterano hospital, el que atendió a más enfermos de covid en Galicia, rozaba el límite de capacidad durante la pandemia y casi fue preciso enviarlos a uno de campaña. Por suerte no fue necesario, y los responsables políticos tienen la oportunidad de que siga siendo así.