La intermodal, en el vagón de cola de las grandes áreas urbanas de Galicia
A CORUÑA
La estación combinada arrastra años de espera por el veto del gobierno de la Marea al proyecto en el 2016
17 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Los recientes avances interadministrativos con los que se cerró el acuerdo económico para la terminal de autobuses, el aparcamiento y los elementos comunes de la futura estación hacen que la intermodal esté cada vez más próxima. El retraso que acumula lleva a interpretar cualquier paso adelante como un gran logro, cuando debería ser algo casi rutinario. Lo cierto es que el pacto suscrito en mayo entre el Ministerio de Transportes, la Xunta y el Ayuntamiento coruñés para desatascar el asunto llegó cinco años después de que Vigo, Santiago y Ourense firmasen los convenios para levantar sus respectivas intermodales, a estas alturas parcialmente operativas.
Una vez cerrado el reparto económico en el que la Xunta aumentó su aportación para poder finalizar el acuerdo, el Gobierno gallego podrá proceder a la licitación de la estación de autobuses, que se ubicará entre la avenida de A Sardiñeira y las vías del tren, y absorberá 17,5 de los 80 millones que costará el complejo de transportes. Los tiempos son importantes, ya que la Xunta empleará fondos europeos para financiar la actuación y para contar con ellos es necesario cumplir con unos determinados plazos de ejecución.
Esto conforma una parte de la futura estación intermodal, mientras que el otro gran foco está en la infraestructura ferroviaria. El ADIF, que adaptará San Cristóbal a la llegada del AVE, mejorará la accesibilidad peatonal y redactará el proyecto para hacer la pasarela entre las avenidas de A Sardiñeira y el Ferrocarril. En este momento está en marcha la redacción del proyecto y una vez que esté listo deberá proceder a su licitación, algo que podría completarse en los próximos meses, e incluso comenzar la obra, ya que en los Presupuestos Generales del Estado figura una partida para ello.
El Ayuntamiento de A Coruña ha iniciado la tramitación de modificaciones en el planeamiento urbanístico para poder conectar las avenidas de A Sardiñeira y el Ferrocarril con la estación y el aparcamiento -325 plazas que costará construir 10 millones de euros y el gobierno local explotará durante 25 años antes de transferirlas al ADIF-, además de reformar la plaza situada delante de San Cristóbal para humanizar el entorno.
El documento en el que las tres Administraciones rubricaron su acuerdo sobre las competencias, obligaciones y derechos de cada una dentro del proyecto estaba listo y pendiente de firma desde el 2016, cuando después del cambio político en María Pita el anterior gobierno local rechazó el plan.
De hecho, fue durante el anterior mandato municipal cuando se produjeron los principales retrasos en la actuación. La Marea Atlántica propuso modificaciones tanto en el proyecto como en el convenio que por entonces se manejaban y no envió un nuevo documento a las partes restantes hasta noviembre del 2018. Estos cambios obligaron a la Xunta a reformular las propuestas y a perder una anterior financiación europea, además de pasar la intermodal coruñesa de la cabeza de Galicia a la cola en cuanto a estado de tramitación. Sin embargo, los problemas ya habían comenzado años antes por la falta de concreción del entonces gobierno local sobre su implicación en algunos asuntos como la financiación del aparcamiento subterráneo.
Con la llegada del PSOE a la alcaldía en junio del 2019 el proyecto se retomó y se aceleraron las gestiones, aunque la firma del convenio marco no se produjo hasta la mitad del mandato. Mientras, otras estaciones intermodales gallegas adelantaban a la de A Coruña, que tendría que haber sido una de las primeras. Por ejemplo, Vigo estrenó hace unas semanas la nueva superficie comercial de su complejo, y otras como Santiago, Ourense o Pontevedra ya cuentan con las nuevas terminales de autobús. Por el contrario, la situación en Lugo se asemeja más a la coruñesa y todavía se está en fase de tramitación administrativa.
