José Manuel Lage: «Tolerancia cero coa okupación» en A Coruña

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

CESAR QUIAN

El pleno aprueba una declaración de intenciones sobre Os Mallos y Sagrada Familia, pero a la izquierda solo el PSOE condena sin rodeos esos delitos. El gobierno local pisa el freno tras el derrape de Tranvías

07 oct 2021 . Actualizado a las 20:22 h.

El portavoz del gobierno local, José Manuel Lage, fue tajante: «Tolerancia cero coa okupación, o dereito á propiedade privada é sagrado». Así lo recoge, recordó, el artículo 33 de la Constitución, que también protege la herencia.

Su discurso, similar al que hizo a inicios del mandato, no debería ser noticia. La Constitución está vigente desde 1978, y la okupación está recogida en el código penal dentro de los delitos de allanamiento -ocupar una morada- y usurpación -ocupar un inmueble que no es morada-.

Pero es noticia, al menos en A Coruña, donde las formaciones a la izquierda del PSOE mantienen una postura menos tajante sobre la okupación. Lo deja claro el texto de la moción aprobada por todos los grupos ante la situación en la Sagrada Familia y Os Mallos, donde los vecinos se han manifestado dos veces con lemas como «fora okupas do noso barrio». El acuerdo plantea que la policía persiga «as ocupacións ilegais con fins delictivos».

Lage se esforzó en distanciar al gobierno local de esos matices, incluso con la Marea, con la que están negociando los presupuestos y con la que también mostraron diferencias en otro de los asuntos del día, la sentencia de Tranvías. El portavoz subrayó que «cando hai okupación hai delito». Su mensaje contrastó con los de Marea y el BNG, que ni mencionaron la palabra okupación. María García, portavoz de la Marea, sí condenó a quienes «cobran por exercer acoso inmobiliario», actuando de «forma desproporcionada» e incluso con «prácticas racistas e aporofóbicas», en referencia a las empresas dedicadas a echar okupas.

El Bloque fue el artífice de la moción. Su objetivo, señaló su portavoz, Francisco Jorquera, era lograr un acuerdo conjunto que, además de plantear soluciones, diese a los vecinos la tranquilidad de saber que no están solos. 

Aviso presupuestario del BNG

Jorquera tampoco dijo okupación, pero no negó que hay «focos de delincuencia e sensación de inseguridade» y mostró empatía con la preocupación vecinal. Añadió que para evitar que se aprovechen de la situación quienes gustan de «botar gasolina ao lume, hai que apagalo de inmediato», y recordó que la moción prevé la elaboración de un «plan de prevención e persecución da delincuencia coa reactivación da policía de barrio».

El portavoz de los nacionalistas destacó también la amplia lista de medidas que la moción prevé aplicar para mejorar la situación en los barrios, y advirtió que su partido condicionará su apoyo a los presupuestos a que se incluyan fondos para cumplir las propuestas recogidas en el acuerdo.

El portavoz del gobierno local, José Manuel Lage, describió el documento como una «declaración de intenciones», y señaló que «está ben para tomar nota» de las proposiciones. 

El PP recuerda que avisó

Pese a ello, tanto Lage como su homóloga de la Marea, María Garcia, respaldaron esas medidas sociales. Lo mismo hizo la portavoz del PP, Rosa Gallego, que recordó que en enero presentaron una moción con peticiones muy similares. «Bienvenidos todos» a Os Mallos y Sagrada Familia, dijo con ironía Gallego a los demás portavoces, al tiempo que se preguntó dónde estaban también enero, cuando ya había protestas vecinales pidiendo «cambiar la ley y más vigilancia policial». «¿Dónde estaban PSOE, Marea y BNG? Ni los vieron», denunció.

La portavoz popular tampoco evitó hablar de okupaciones, que en algunos casos afectan a «edificios enteros». Gallego acusó a Marea y BNG de intentar «disfrazar los problemas» que sufren Os Mallos y la Sagrada Familia y de «blanquear las ocupaciones y diluirlas en un párrafo en cinco folios». Además puso en duda que se vaya a cumplir la moción, porque no hay presupuesto y algunos puntos exigen tocar ordenanzas, lo que precisará meses.

Aunque hubo muchas discrepancias, María García destacó que «a diferencia de enfoques é evidente», la propuesta salió por unanimidad, habrá que esperar para ver cuánto se cumple.