Médicos y farmacéuticos analizan las resistencias a los antimicrobianos, una de las diez principales amenazas para la salud pública
07 oct 2021 . Actualizado a las 09:23 h.Entre el 30 y el 40 % de los pacientes ingresados en el Chuac están recibiendo un antimicrobiano y uno de cada cinco enfermos que entra en una farmacia en A Coruña es para comprar un antibiótico recetado en su centro de salud. Los datos los aporta José María Gutiérrez Urbón, farmacéutico del hospital coruñés, responsable del Programa de Optimización del Uso de Antimicrobianos de Galicia y uno de los ponentes en la jornada que ayer reunió a distintos profesionales de la salud en el centro para pasar revista al problema de las resistencias a estos fármacos esenciales derivadas de su mal uso o abuso.
«La Organización Mundial de la Salud ya ha advertido que es una de las diez principales amenazas para la salud pública a las que se enfrenta la humanidad», apunta Isabel Martín, jefa de la farmacia hospitalaria, quien aporta otras cifras para la preocupación: un estudio de hace ya seis años advertía que las bacterias multirresistentes «causan 33.000 muertes al año en Europa, 2.000 en España, y 1.500 millones de euros en costes sanitarios y de pérdida de productividad», además de incalculables años perdidos de buena salud.
Al margen de recordar que de nada vale el antibiótico contra un virus, el mensaje clave de la jornada para los pacientes fue «no tomar nunca un antibiótico sin que lo recete el médico», recalca Martín, y, aún cuando así sea, «cumplir siempre la dosis y duración del tratamiento indicado por el especialista». De lo contrario, no solo se colabora a que dejen de ser eficaces, hasta el punto de que hay patógenos que ya apenas responden a ninguno, sino que se colabora además a multiplicar los efectos nocivos secundarios, entre ellos los daños a la microbiota intestinal.
El encuentro, además, incidió en otro aspecto fundamental para los profesionales: la necesidad de una formación continuada. «La prescripción debe adaptarse a criterios clínicos bien establecidos, hasta el 50 % de los antibióticos no están bien prescritos», señala la jefa de farmacia. La necesidad de actualizar constantemente conocimientos se basa en que «lo que funcionaba hace años sobre su manejo hoy puede ser distinto, porque aparecen nuevos fármacos o porque se han modificado las resistencias», añade Gutiérrez, quien destaca además que, pese a los constantes avances, sobre todo en el diagnóstico microbiológico, «todavía hay mucha incertidumbre en torno a las infecciones; a veces no sabemos si es o no es, hay procesos que se confunden y eso pasa a diario en los centros de salud, en urgencias o en planta del hospital, y a veces no podemos identificar el microorganismo que la causa», explica.