El gobierno local de A Coruña plantea un plan de seguridad específico en cada barrio tras la alerta de los okupas

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

Marcos Míguez

El ejecutivo consulta a las asociaciones de vecinos para hacer un mapa con la situación de cada zona

24 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno local dio ayer el primer paso para abordar la alerta existente en algunos barrios por un aumento de la inseguridad. Ese temor se tradujo el pasado sábado en una concurrida manifestación en Os Mallos, donde los residentes se quejan desde hace meses de un aumento de las okupaciones, la venta callejera de drogas y otros delitos.

El edil responsable de Seguridad, Juan Ignacio Borrego, eligió precisamente el centro cívico de ese barrio para citar ayer a todas las asociaciones de vecinos. En principio se habló de que se presentaría un programa de policía comunitaria, pero el objetivo del gobierno local es más amplio. El concejal explicó que primero se hará un «diagnóstico» de la situación mediante las «aportaciones» que hagan las agrupaciones de vecinos y comerciantes.

A partir de ese «mapa completo» de situación se diseñarán los operativos más apropiados para cubrir las necesidades en cada barrio. También se hará una distinción entre los asuntos competencia de la Policía Local y de la Nacional, para que los residentes sepan a quién dirigirse en cada caso y la resolución de los problemas sea más veloz.

Borrego subrayó que la puesta en marcha del proyecto «debe ser ágil». De hecho, ayer se facilitó a cada representante vecinal una ficha para que detallen los problemas que tienen en su zona. Esas fichas se emplearán en las reuniones que tendrán lugar de forma individualizada.

Aunque no restó importancia a los problemas existentes, el edil insistió en que es necesario matizar los últimos datos de criminalidad que hablan de un aumento de los delitos, ya que ese incremento se dio en los delitos informáticos, incluso los hurtos según explicó esta misma semana el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones.

Sobre la posibilidad de recuperar la policía de proximidad, el edil subrayó en que los dispositivos se diseñarán de forma específica. Sin embargo, afirmó en que una de las prioridades es recuperar la comunicación directa entre las asociaciones y el 092.

Ese compromiso fue bien recibido por los representantes vecinales, que en muchos casos habían perdido interlocución con el Ayuntamiento desde el 2015, cuando el anterior gobierno optó por otros canales de comunicación con los ciudadanos. 

El contacto con las entidades

El presidente de la asociación de Riazor-Estadio, Pedro Méndez, señaló que la reunión fue una «buena primera toma de contacto» y celebró ese compromiso anunciado por el concejal de establecer una comunicación «continua» entre el cuerpo de la Policía Local y las entidades.

Juan Ignacio Borrego estuvo acompañado en la presentación por la concejala de Barrios, Diana Cabanas; el director de Seguridad, Carlos Touriñán; el jefe de la Policía Local, José Antonio Brandariz, y el inspector principal Ángel Merelas, responsable de las unidades especializadas y de las patrullas planificadas y móviles del cuerpo municipal.

Merelas, dijo el concejal, explicó a los vecinos que es necesario adaptar el trabajo de la policía a «lo que ha evolucionado esta ciudad». No solo por el número de habitantes, sino también por la «tipología de los ciudadanos», ya que ahora hay más vecinos de «otras culturas». Por eso, insistió Borrego, no se trata solo de recuperar la policía de proximidad. Ese programa, señaló, se puso en marcha ya en los años ochenta y fue «similar» a lo que se prevé poner en marcha ahora. Pero, insistió, «las cosas han evolucionado, y es hora de que nos pongamos al día», de ahí que el primer paso sea recuperar la «comunicación directa» con las asociaciones que viven «día a día lo que ocurre en los barrios».

La Plataforma Os Mallos Unidos, escindida de la anterior, convoca una nueva marcha

Ayer se presentó la Plataforma Os Mallos Unidos, que ha convocado una nueva marcha por el barrio con el fin de denunciar «el aumento de la okupación, el trapicheo de drogas y el aumento de los actos delictivos derivados de ella» que los residentes han detectado en ese barrio.

La movilización está prevista el próximo 2 de octubre a las 18 horas. Saldrá de la calle Diego Delicado, discurrirá por San Vicente y llegará a la calle Noia. Son tres de los puntos, señalaron desde la plataforma, «más afectados» por los citados problemas.

Los componentes de la entidad ya participaron en la organización de la protesta del pasado sábado, que logró un amplio número de asistentes y forzó a todos los partidos del pleno municipal a concretar su postura sobre las okupaciones y la creciente inseguridad que denuncian cada vez con más frecuencia vecinos de distintos barrios.

Desde la nueva plataforma subrayaron que su objetivo no es crear divisiones con las otras entidades ciudadanas del barrio que incluyen a la asociación de vecinos, el distrito de comerciantes y la Plataforma Veciñal Os Mallos, a quienes invitan a participar en la nueva marcha.

Las mismas fuentes señalaron que la nueva entidad quiere mantener las movilizaciones hasta que la Administración actúe para paliar la inseguridad en el barrio. También se produjeron discrepancias sobre supuestos tipos distintos de okupación. Ese debate también existe en María Pita -baste recordar la polémica de la Comandancia de Obras el mandato pasado-, pero la plataforma considera que en todo caso se trata de conductas que están fuera de la ley.

El BNG busca un acuerdo unánime para abordar el conflicto en Os Mallos

El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, se puso en contacto este viernes por la mañana con los portavoces de los demás grupos del pleno con el fin de acordar una moción conjunta que aborde el conflicto de Os Mallos, donde los vecinos han iniciado movilizaciones por el aumento de las ocupaciones y la delincuencia. Este mismo jueves, el portavoz nacionalista se entrevistó con los residentes del barrio para analizar la situación de la zona.