Vecinos de Os Mallos, en A Coruña, contra los okupas: «Atiendo a puerta cerrada porque tengo miedo de que me atraquen»

Lucía Cancela
Lucía Cancela A CORUÑA

A CORUÑA

ANGEL MANSO

La plataforma volverá a convocar una concentración por la inseguridad en el barrio

21 sep 2021 . Actualizado a las 16:44 h.

Un movimiento social, apolítico y vecinal fue capaz de reunir a más de 600 personas el pasado sábado en las calles de A Coruña. La sensación de inseguridad condiciona la vida de los residentes de Os Mallos. «Estamos hartos», dicen todos. Hartos de las okupaciones, del incremento de la delincuencia en la calle. Hartos de los intentos de hurto. Y hartos de que lleguen las seis de la tarde «y tengamos miedo de salir a la calle».

El hastío hizo que la protesta convocada para el pasado fin de semana por la Plataforma Veciñas Os Mallos fuese «masiva»: «Calculábamos que podrían participar entre 300 y 400 personas», cuenta su portavoz, Alberto Pastoriza, «pero según la Policía Local fueron 650». La marcha comenzó en el parque de Vioño. Después pasó por la avenida de Arteixo, con la ronda de Outeiro. Cortaron un carril de la gran vía coruñesa. Se pararon en la plaza Padre José Rubinos y en el 135 de la ronda. En ambos puntos hay pisos okupados y precisamente, por ello, la plataforma leyó un manifiesto bajo las ventanas de uno de ellos. Alberto estima que, al final de la protesta, la cifra de participantes rondaría los 1.500: «La gente nos veía por la ventana y se iba uniendo», detalla.

«Fue un éxito total», resume el portavoz. «Los vecinos están con nosotros. El domingo nos mandaron mensajes felicitándonos por nuestra labor». Debido al apoyo, desde la plataforma valoran convocar una nueva concentración, sin ponerle fecha todavía: «Estamos pendientes de hacer otra a corto plazo». Alberto Pastoriza detalla que la inseguridad y la delincuencia no se están solventando. Especialmente, lo sufren el colectivo de personas mayores y los niños: «El otro día, en la plaza del colegio de San Vicente se estaban pinchando. De por sí es una imagen penosa. Cuanto más, si hay niños». Eso sí, el portavoz de la plataforma destaca el espíritu vecinal: «Somos un barrio unido y fuerte».

C. C. trabaja en una panadería. Antes lo hacía en un supermercado. Y en ambos empleos ha vivido situaciones desagradables: «Algunos okupas vienen y te roban. Es que los ves por ahí», detalla. Por ello, reconoce, «tengo miedo». El horario de cierre de su establecimiento es a las 14.30 horas. Pero ella echa el pestillo a la puerta una hora antes: «Cierro el local a la una y media porque tengo miedo de que me atraquen. Atiendo a puerta cerrada», señala y añade, «a esas horas ya hay menos gente por la calle». Habla desde la experiencia. Mala, desafortunadamente: «En una ocasión, intentaron robarme una estantería llena de botellas. Tuve que esconderla», cuenta. Tampoco se atreve a pasear por calles solitarias.

Paco es vecino del barrio. «De toda la vida». El sábado participó en la protesta: «Se nota que la inseguridad ha aumentado de unos años para aquí», reconoce. Lo percibe especialmente por la tarde: «Pienso que la pandemia y la delincuencia han propiciado que la gente baje menos a última hora de la tarde». Y eso, cuenta, «hace que los que vienen a delinquir campen más a sus anchas». Paco recuerda los «viejos tiempos» de Os Mallos: «Había muchísimo más ambiente».

Teresa Barrán forma parte del tejido empresarial de la zona. Regenta una floristería desde hace más de 40 años: «No me ha pasado nada durante los últimos meses. A lo mejor es que mi producto no les interesa», señala en referencia a sus flores y jarrones. Eso sí, tiene constancia de los robos cometidos a sus clientes, «y confío plenamente en ellos».

Ayuntamiento y oposición

El gobierno local, que no asistió a la protesta, prefiere no hacer valoraciones. Sí participaron representantes del PP coruñés. En concreto, su portavoz, Rosa Gallego y el concejal Roberto Rodríguez. Demandan «respuestas» por parte de Inés Rey y del delegado del Gobierno en Galicia, «ante la creciente preocupación en la ciudad por la proliferación de okupaciones ilegales». Destacan que no se trata de «un problema puntual», pues hay una media de cinco al mes. Por otra parte, la plataforma pidió que la marcha no tuviese tinte político.

«Llevó aquí más de cinco años, y el problema solo ha ido a peor»

Manuel Zolar regenta una vinoteca. Reconoce la inseguridad sin dudarlo: «Llevo aquí más de cinco años y el problema solo ha ido a peor». Piensa que el barrio no está apoyado por el gobierno local: «La Policía se pasea por aquí para tranquilizarnos. Se van y se vuelve a lo de siempre».

«El barrio ha empeorado un 70 % comparado con lo que era antes»

«Toco madera para que no me toque a mí», dice Juan del Río, propietario de una tienda de alimentación en Os Mallos desde hace dos años. Tiempo suficiente para ver la transformación que cuentan: «El barrio ha empeorado en un 70 % en comparación con lo que era antes», cuenta. Sabe que los vecinos «tienen miedo. Debería haber más seguridad».

«No hay derecho a que ahora la gente mayor tenga miedo a salir a la calle»

Ángel Souto ya no reside en Os Mallos. Lo hizo hace 18 años hasta que se mudó: «Antes era una zona normal. Podías caminar perfectamente por la noche sin que te pasase nada», comenta, y añade: «No hay derecho a que ahora la gente mayor tenga miedo a salir», detalla en referencia a la delincuencia.