«Tengo que ejercer de Celestina de los negocios», asegura la directora de Nordés Club Empresarial
12 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Es una mujer con diéresis. «Es mi sello de identidad. Me han preguntado por los dos puntitos centenares de veces. Debido al trabajo de mis padres nací en San Sebastián. Conocieron el pueblo de Aïnhoa y decidieron ponerme este nombre, aunque por aquel entonces tuvieron que añadir el de María», explica. Por motivos familiares y profesionales, viajó por todo el mundo y en 1998 fijó su residencia en A Coruña (sin dejar de viajar). Es la directora de Nordés Club Empresarial, una ambiciosa iniciativa que nació como Club de Empresarios y Ejecutivos de Galicia y que finalmente adoptó esta nueva denominación. «En otoño se abre fijo. Seguramente en octubre. La tardanza en la entrega de materiales retrasó un poco la obra. Es una idea muy práctica y un concepto distinto a lo que podía ser el desaparecido Club Financiero. Contaremos con espacios de coworking, la zona social, restaurante, cafetería y salón de actos, pero también un estudio de grabación para directos. Un club tradicional pero que apuesta por los formatos multimedia y la tecnología. Mi padre estaría orgulloso de mí si me viese», asegura Aïnhoa Mallo Martínez, hija del gran periodista Albino Mallo, fallecido hace justo un año. «Mi madre trabajó de locutora y dobladora. De hecho, yo empecé periodismo en Chile, pero cuando vinimos para Santiago todavía no había la carrera y me matriculé en Económicas», recuerda.
Sumar para multiplicar
Charlo con Aïnhoa en el hotel Noa Boutique de Santa Cruz. Ni un momento deja de sonreír. Está soltera, no tiene hijos y se la ve ilusionada con el proyecto que le toca dirigir. «La semana que viene cumplo 55 años. Es un momentazo a todos los niveles, personal y profesional», asegura.
En su carrera profesional siempre estuvo vinculada a las empresas y al comercio exterior. «Estuve en el Igape en París, en el departamento de comercio exterior de empresas, fundamentalmente de los sectores de alimentación y textil. Después derivé hacia el coaching, el liderazgo y la gestión de equipos para empresas. Con la pandemia hice lo que le suelo decir a la gente, me reinventé. Me pasaba todo el día viajando y de repente el mundo se paró y pensé en qué otras cosas me gustaría hacer. Vi la convocatoria del Nordés Club Empresarial y aquí estoy. Es un reto, y más ahora, que todos tenemos que empezar a colaborar. Mi lema es: sumar para multiplicar.
Pasión por la escritura
Aunque no continuó la tradición familiar, reconoce que «me gusta escribir. Desde pequeña lo hacía con mi diario. Fui a un taller de escritura al Ágora y me gustan los microrrelatos y la micropoesía. Un día saldrán a la luz», avanza.
Habla inglés, portugués, gallego, un poco de italiano y mucho francés. De hecho escoge como canción favorita Je veux de Zaz. «En gustos soy ecléctica, desde el indie a Rocío Jurado, pero no soy melómana como mis padres». Dice que su principal virtud es su capacidad para relacionarse «con cualquier tipo de persona». Y cuando le pregunto por un defecto acusado confiesa que «a veces quiero las cosas para ya, Me puede la impulsividad».
«Celestina de los negocios»
Borda la tortilla de patatas y los arroces y es de las que les gusta cocinar para invitados. «Ojalá podamos organizar comidas y cenas en casa con normalidad», afirma. Resume su papel en el Nordés Club Empresarial con esta frase: «Tengo que ejercer de Celestina de los negocios, generar vínculos entre las personas y las firmas».
Me cuenta que, por el momento, son algo más de 200 socios y esperan llegar a los 250 cuando abran las puertas. «Los asociados tendrán condiciones especiales para acudir a las instalaciones del CSC cuando quieran hacer deporte. No sé si tendremos actividades todos los días, pero programaremos bastantes en función de lo que demanden los socios.
Durante estos próximos meses lo va a tener complicado para hacer lo que más le gusta, viajar, pero en cuanto pueda... «El lugar que más me impresionó de los que he visitado fue Bali y el sitio al que me gustaría ir es a Escocia. Recorrer el país en furgoneta pero con comodidades. Yo soy más de glamping», comenta esta sonriente Aïnhoa con diéresis.