Crece el temor en Os Mallos por robos, amenazas, y altercados de los okupas

a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

TAPIAS CONTRA LOS OKUPAS Un obrero tapiaba este verano la puerta de una casa en A Coruña para evitar la entrada de okupas
TAPIAS CONTRA LOS OKUPAS Un obrero tapiaba este verano la puerta de una casa en A Coruña para evitar la entrada de okupas CESAR QUIAN

Los vecinos denuncian que el barrio «vive en una inseguridad total»

10 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay miedo en Os Mallos. También en la Sagrada Familia. Hay gente que dice no atreverse a bajar a la calle o pasar junto a un portal determinado por temor a que les pase algo. La culpa, según denuncian, la tienen decenas de jóvenes que okuparon varias casas en la zona. «No se trata de personas necesitadas que se ven obligadas a meterse en una casa abandonada. Se trata de delincuentes que no hacen otra cosa que trapichear con droga, que robar, que amenazarnos, protagonizar altercados y peleas entre ellos», cuenta un miembro de la plataforma Veciñal Os Mallos.

La situación, cuentan desde el colectivo, va a más. Dicen que cada día que pasan aparecen nuevos okupas, la inmensa mayoría de nacionalidad extranjera.

La noche del miércoles volvió a vivirse en el barrio, en esta ocasión en la ronda de Outeiro, un nuevo altercado con un joven empuñando una botella y luego un cuchillo. «Iba por mitad de la calle dando gritos y amenazando al que pasaba», destaca un residente de la zona que se puso en contacto con Voces de A Coruña, de Radio Voz, para alertar de lo que están padeciendo.

No hace mucho, un comercial de la zona fue amenazado de muerte por un grupo de okupas que intentaban entrar en un bajo que tiene cerca de su negocio. Ya estaban cambiándole el bombín a la cerradura cuando unos vecinos avisaron al propietario de lo que estaba pasando. Salió de la tienda y corrió hacia ellos. Uno sacó un cuchillo. El hombre cogió una barra para protegerse y eso evitó males mayores. Eso sí, consiguió que no le okuparan el bajo, pero se quedó con esta frase de uno de ellos: «Sabemos quién eres. Nos quedamos con tu cara».

Situaciones como esta se están viendo con mayor frecuencia, dicen desde el colectivo vecinal, que ya se reunió con representantes municipales para trasladarles el grave problema y próximamente lo harán con la Policía Nacional, que es a quien corresponde controlar a los okupas.

Mientras, agradecen el hecho de que «en las últimas semanas se están dejando ver más policías en el barrio. Pero insuficientes para atajar semejante problema. Además, lamentan que la ley impida a los agentes desalojar a esos supuestos usurpadores que «se han hecho dueños de nuestras calles y de nuestras vidas. El miedo nos condiciona», dicen.