La policía intentó pero no pudo desokupar una casa en A Silva porque llevan días en ella

Hasta dos patrullas de la Policía Nacional y otras tantas de la Local se presentaron sobre las 17.00 horas de este lunes en el número 14 de A Silva. Habían llamado unos vecinos en cuanto vieron que varias personas estaban tirando abajo los ladrillos con los que el dueño había tapiado la puerta. En menos de cinco minutos, los agentes les impidieron continuar, los identificaron y entraron en la vivienda de dos plantas —con permiso de los okupas—. La inspeccionaron y comprobaron que ya estaban asentados. Tenían comida, colchones y mantas. Los supuestos usurpadores aseguraban que llevaban dos semanas, cosa que la policía contrastó con los vecinos. Ante eso, el 091, que es el que se ocupó del caso, con el apoyo del 092, no pudo hacer otra cosa que irse. Eso sí, tras comprobar que ninguno de los que estaban dentro tenía cuentas pendientes con la Justicia y con la obligación de notificarle al propietario que le habían okupado la casa para que tomase las medidas judiciales oportunas. Y las tomará. Este mismo martes, la abogada del dueño presentará la denuncia.

Cuando los vecinos de A Silva vieron que la policía no podía hacer nada, no se lo podían creer. «Es que esto no puede ser. Que alguien se te haga con la casa y que ni los guardias puedan hacer nada es una vergüenza», decía uno.

Según apuntaron, los okupas entraron hace días en la casa por la parte trasera de la vivienda. Y este lunes decidieron romper los ladrillos de la puerta principal. En cuanto los residentes vieron aquello, fue cuando llamaron a la policía y avisaron al propietario.

El número 14 de A Silva es una vieja casa que fue okupada con anterioridad. Su propietario logró hace tiempo recuperarla y optó por tapiar puertas y ventanas. Como hicieron los de otras dos viviendas cercanas.

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