Los usuarios, molestos por las dificultades para estacionar sus turismos
23 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Encontrar sitio para el coche se convierte en una tarea difícil para los visitantes del Aquarium Finisterrae. Cada día, los turistas y las autocaravanas juegan al tetris para encajar los vehículos en la zona de estacionamiento. El juego se complica por la cantidad de caravanas que acuden al acuario. De hecho, durante el mediodía pueden llegar a juntarse en la explanada del párking más de 30.
Para afrontar este problema durante el verano, se contaba con las plazas destinadas a autobuses porque son más amplias, pero ello no impide que se ocupen también las reservadas para turismos. «Las autocaravanas aparcan donde quieren, incluso ocupan dos plazas. Y no lo hacen solo un momento para ir al acuario. Antes no había este problema. Y hay coches de turistas que también estacionan frente a ellas», dice Olalla Álvarez, una vecina de A Coruña que fue multada al dejar su coche en el carril de salida al no encontrar un hueco libre en la zona destinada a turismos.
La situación ha sido denunciada en las redes sociales de los Museos Científicos Coruñeses con fotografías de las autocaravanas en las plazas de automóviles. También se han hecho públicas quejas por la presencia de basura fuera de los contenedores situados en el párking.
Fuentes cercanas al Acuario aseguran que el problema se intensifica en verano por la gran cantidad de turistas que llegan al centro. «Es un problema que vemos todos los trabajadores. En vacaciones hay mayor afluencia de autocaravanas. Es complicado que los visitantes no tengan dónde estacionar y nos afecta a nosotros. Cuando vemos el párking desbordado, llamamos a la Policía Local», afirman.
Para acceder al acuario, se debe reservar una entrada con anterioridad. En el momento de aparcar, se presenta el caso de visitantes que llegan tarde o pierden su cita debido a no encontrar una plaza libre para sus coches. «Llegamos tarde porque no hay sitio. Al final, tuvimos que estacionar de mala manera», decía un turista al bajar de su coche.
Yurena Farrais y su esposo vinieron de Tenerife en su casa rodante. Cuenta que, después de muchas vueltas, tuvieron que aparcar en el centro de la ciudad porque no encontraron un lugar próximo al Acuario. En los aparcamientos de la torre de Hércules existen plazas específicas y separadas para las autocaravanas, y allí no se producen las mismas concentraciones de vehículos que en la casa de los peces. Ahora, las caravanas tienen permitido aparcar en la ciudad cerca del acuario, del faro romano, del ascensor junto a monte de San Pedro y de un punto de aguas en O Portiño.