Cazados en A Coruña nueve grafiteros en cuatro meses

David García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

El 092 y una empresa analizan los casos y el Ayuntamiento emitió 57 informes de denuncia

13 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La guerra contra las pintadas que está librando el gobierno municipal no finaliza con la limpieza de las piezas que hay desde años en la ciudad y las nuevas que continúan surgiendo. Esto supone la actuación cada mes sobre 200 actos vandálicos desde que se puso en marcha este año el operativo para borrarlos y que este jueves llegó al punto más problemático de la ciudad, el Orzán.

Las calles Vista, Cordelería o Mantelería fueron algunos de los lugares en los que actuaron los operarios, que tendrán por delante semanas de trabajo para eliminar los grafitis que apenas dejan centímetros de paredes, puertas o verjas impolutos. Las tareas van desde la limpieza con agua a presión hasta el borrado manual con pequeños útiles. Estas actuaciones no son una isla y van acompañadas de otras tareas para identificar a los autores de los grafitis.

El gobierno local elaboró 57 informes de denuncia en los últimos cuatro meses, entre los que hay nueve personas identificadas como autores de pintadas y las investigaciones continúan en la actualidad. Algunos de ellos están vinculados con más de una de las acusaciones, aunque también hay otros casos en los que no fue posible relacionar la pintada con su responsable. Esta tarea se realiza mediante la actuación de la Patrulla Verde de la Policía Local, que está compuesta por siete agentes. 

Análisis grafológico

Cuando aparece una nueva pintada, estos agentes son los encargados de levantar un atestado para iniciar el proceso de análisis y denuncia. En este procedimiento también participa la empresa Orión Analistas, que se encargan del estudio pormenorizado de cada uno de estos casos con el fin de identificar a los autores. Uno de los instrumentos que utilizan es el análisis grafológico, que sirve para estudiar la escritura a mano y las firmas.

En los casos en los que se consigue poner nombre y apellidos al autor, ya sea porque fue descubierto in fraganti o porque los análisis consiguen relacionarlo con otros actos en los que se identificó que era el responsable, el Ayuntamiento emite una propuesta de sanción.

En el artículo 74 de la ordenanza municipal de gestión de residuos y limpieza viaria, que fue modificada el año pasado, se recoge la prohibición de «realizar cualquier clase de pintadas e inscripciones, tanto en la vía pública como sobre el mobiliario urbano o sobre muros, paredes de edificios, fachadas, estatuas, monumentos y en general».

El incumplimiento de este punto está vinculado con una infracción de carácter leve, lo que actualmente supone una sanción de hasta 750 euros y se estipula que se «exigirá el resarcimiento de los costes de la correspondiente limpieza». Esto es lo habitual, pero cuando se detecta a una persona que acumula un número muy elevado de pintadas, se inicia otro trámite para que el procedimiento sancionador sea mayor por daños continuados sobre el espacio público.

En el caso de los mayores de edad, las sanciones suelen ser abonadas salvo que haya una alegación que prospere, algo poco común. Sin embargo, uno de los problemas con los que se encuentra el Ayuntamiento a menudo para conseguir que se abonen los costes de la reparación es que los autores son menores de edad. Los padres o responsables legales son quienes tienen que hacerse cargo del pago de la multa, pero también hay casos en los que los jóvenes pertenecen a unidades familiares en situación de vulnerabilidad social.

En este tipo de casos se abre otra vía y es la de que un juzgado decrete que los menores sean obligados a realizar trabajos para la comunidad, una decisión que ya excede al poder municipal. 

Patrimonio

El Ayuntamiento está actuando sobre las pintadas realizadas en fachadas de edificios o elementos ubicados en la vía pública, que es lo que permite la actual ordenanza.

Mientras, cuando los grafitis se encuentran en lugares singulares, como sucedió hace dos años en la colegiata de Santa María del Campo, puede ser necesaria una autorización de Patrimonio para definir los trabajos que se deben realizar.

El gobierno local estudia modificar las sanciones y cederá espacios para murales

El gobierno encabezado por Inés Rey está decidido a que las pintadas dejen de ser una constante habitual casi en cada rincón de la ciudad y, además de la limpieza y búsqueda de autores, trabaja en otras líneas.

Una de ellas es el análisis para una posible modificación de las sanciones para los responsables de pintadas en el espacio público y otros actos vandálicos que también abarcaría los cometidos sobre elementos de mobiliario urbano.

El resultado se espera que esté listo en el último trimestre del año. Mientras se combaten las pintadas no autorizadas que ensucian el espacio público y los edificios de la ciudad, el Ayuntamiento trabaja en otra línea más social.

La concienciación sobre el valor del espacio público es uno de los pilares que se quiere desarrollar y por ello se están analizando espacios que puedan ser cedidos a artistas para la elaboración de murales.

De esta manera se eliminan lugares que podrían ser vandalizados y, al mismo tiempo, se da una imagen moderna a la ciudad. La formación en centros educativos también será importante.