Álvaro Mena, internista del Chuac: «O hemos llegado ya al pico de la curva o estamos cerca»

A falta de dos días para que se termine el mes, no nos equivocamos si decimos que julio ha sido el mes de la quinta ola. Desde el día 1 los nuevos contagios y los casos activos no han parado de aumentar, pero en los últimos días se está detectando una ralentización que podría indicar que estamos a punto de doblegar la curva. «Probablemente, o hemos llegado ya al pico de la curva o estamos cerca», así de rotundo se mostró esta mañana en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, el internista de la unidad de enfermedades infecciosas del Chuac Álvaro Mena y señala la ralentización de la incidencia a siete días y el descenso del índice de positividad, como datos clave a la hora de anticipar este cambio de tendencia.

El facultativo cree que el descenso en la incidencia de la pandemia será más acusado al principio, pero tenderá a estancarse con el avance del tiempo. «Si conseguimos bajar hasta un índice de positividad del 3 % o 2 % bajaremos rápido, pero si seguimos con la cifra cercana al 10 % será lento porque continuará habiendo mucha enfermedad que no conocemos y por tanto no rastreamos», sostiene. Y aunque la vacunación es un factor clave para combatir la enfermedad, señala que esta medida no es inmediata. «Las vacunas tienen una eficacia a 6 u 8 semanas. Cuando vacunamos lo que hacemos es intentar combatir el siguiente pico. La única forma de combatir la incidencia cuando crece mucho es con distancia social y el resto de medidas que todos conocemos», explicó.

Las autoridades sanitarias situaron en la primera semana de agosto el punto de inflexión de esta quinta ola, que llevará de la mano también el descenso de la hospitalización. En anteriores olas, había unas semanas de diferencia entre la bajada de los casos activos y los contagios y la mejoría de la presión en los hospitales. Sin embargo, esto ha cambiado. «Como ahora los que ingresan son gente más joven, es más sencillo que mejoren más rápido y en 48 o 72 horas puedan recibir el alta hospitalaria», comentó Mena. El grueso de los ingresados siguen siendo «mayoritariamente personas no vacunadas o con la pauta incompleta, aunque también puede haber gente vacunada que no haya tenido una respuesta adecuada a la vacuna. El grado de protección no es del 100 %, pero casi». 

Para revertir la situación que estamos viviendo será necesario seguir avanzando en la estrategia de vacunación y realizando cribados para detectar asintomáticos y frenar así cadenas de contagios, pero el internista advierte que igual de importante es que no nos relajemos en el cumplimiento de las medidas. «Lo que me preocupa de la movilidad es que la gente, cuando viaja, suele relajar las medidas. Debemos seguir trabajando en que se cumplan las normas y que la gente llamada a vacunarse no falte a sus citas aunque tenga vacaciones. Debiera ser una prioridad», sostuvo en Radio Voz.

Álvaro Mena cree que lograr las cifras de junio, con los casos activos rozando los 300 y con hospitalizados que prácticamente se podían contar con los dedos de las manos, no es difícil «si paramos un poco los contactos y hay vacunas para que esto baje rápido y no haya una nueva ola en otoño». Consciente de que el virus seguirá buscando nuevos nichos en los que actuar apremia a que se vacune a los niños cuanto antes. «Sería ideal que los mayores de 12 años empezasen el nuevo curso con las dos dosis puestas», afirmó. 

Otro de los colectivos de los que preocupa, es el de las embarazadas, «que se han infectado más en esta ola, por rango de edad y porque tienen más vida social», e hizo un ejercicio de autocrítica al asegurar que las autoridades sanitarias no fueron claras en sus recomendaciones. «Recibían mucha información diferente. Su ginecólogo les decía una cosa, el de cabecera otra, los medios otra… Normal que no supieran qué hacer porque ni siquiera un facultativo tenía clara una opinión porque todavía no hay evidencias», comentó.

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