Os Mallos, la avenida de A Coruña que se queda sin bus para llegar antes a Marineda

Son una avenida de A Coruña, así lo indica el callejero, pero cada vez con menos servicios. Los residentes y comerciantes de Os Mallos se han quedado sin autobús urbano. Primero fue el 14 y ahora es el 11. La línea «de toda la vida» tiene una nueva ruta después de que finalizasen los trabajos de pavimentación de la carretera antes del verano. Ahora, pasa por otra avenida, la de Arteixo.

«Cuando empezaron las obras y preguntamos al Ayuntamiento el motivo por el que habían quitado la parada nos aseguraron que era algo temporal. Sin embargo, cuando terminaron, solo volvió la del taxi. A la altura del número 25, donde se detenía el urbano, han quitado hasta la marquesina», reprocha Jose, que regenta un restaurante en el barrio.

Él es uno de los integrantes de la Plataforma de Veciños de Os Mallos. Un colectivo que está a punto de cumplir su primer año de vida y del que forman parte unos 120 residentes y comerciantes. El motivo de fondo, destacan, es que con la nueva ruta el viaje que concluye en el centro comercial Marineda City se recorta en unos «cinco o diez minutos. Por eso, nos han dejado sin autobús», apuntan.

Tranvías y María Pita

Desde Tranvías de La Coruña, la compañía que presta el servicio, alegan que «la gestión de líneas es competencia municipal. Las modificaciones en las rutas son cambios que se hacen periódicamente», responden, aunque admiten que el trayecto que comunica As Lagoas con A Grela ha ganado en «eficiencia». El ciclo completo del viaje de ida duraba antes cerca de una hora.

«Ha mejorado el servicio en todos los barrios, incluido Os Mallos, que sigue cubierto. Ahora se pasa por una zona mucho menos conflictiva de tráfico», aseguran desde Tranvías.

Desde el gobierno local de Inés Rey argumentan que «a Concellería de Urbanismo e Mobilidade está a ultimar os traballos técnicos para unha mellora substancial da liña 11 A Grela-Marineda co obxectivo de que o bus urbano lle dea unha mellor cobertura aos barrios dos Mallos e da Sagrada Familia e reducir os tempos de espera». Sin embargo, no precisan si estas mejoras recuperarán la parada.

Los vecinos mayores

La peor parte, insisten desde la plataforma, se la llevan los residentes mayores. «Este es un barrio con una población mayor. Para alguien joven, caminar hasta la avenida de Arteixo, todo cuesta arriba, puede no suponer un esfuerzo, pero son las personas con menos movilidad las que se ven más perjudicadas. Muchas cogían el 11 para ir al ambulatorio de Os Mallos. Ahora tienen que caminar hasta Vioño para subirse al autobús. Ya casi llegan al centro médico», indica Tania, que regenta un centro de fisioterapia.

Efectivamente, con la alteración de la ruta que pasaba por la avenida desde hace décadas, «en los 90, -recuerda Jose- cuando era de doble sentido, la línea 11 era de ida y vuelta y también circulaba en sentido A Grela con la plaza de Pontevedra», los vecinos tienen que ir hasta la avenida paralela, la de Arteixo, unos metros más arriba. Es aquí donde ya se apean en la actualidad del 11, claro que no es lo mismo bajar que subir por la ronda de Outeiro para todos los colectivos.

«No se puede argumentar la falta de afluencia. El 11 tenía aquí muchos usuarios. Se supone que el objetivo es facilitar la vida a todos los vecinos, no solo a los que van al centro comercial», añade Vanessa, al frente de una cafetería en Os Mallos. «En un tramo de 400 metros, de ronda de Nelle a ronda de Outeiro, había dos paradas. Funcionaban muy bien», apostilla Jose. «¿Es más importante tardar 5 o 10 minutos más en ir a un centro comercial o dejar sin un servicio básico a los vecinos?», pregunta Tania.

El cambio que ha beneficiado a los usuarios de puntos como Monte Alto o el Ensanche, por donde también circula este urbano y para los que el circuito es ahora menos tedioso, ha aislado un poco más a este vecindario en lo que a conexiones de transporte público se refiere.

Más impuestos, menos plazas y sin la opción del transporte público, las quejas comunes

Es una avenida que se quedó pequeña entre dos rondas: la de Nelle, a un lado, y la de Outeiro, por otro. Os Mallos es el vaso comunicante entre ambas arterias y, paralela, tiene como vecina otra avenida, la de Arteixo. «Por vivir o tener un bajo en una avenida pagas un IBI más alto que en una calle. Para nosotros el impuesto es mayor que para los que viven en la calle Río Traba, aquí pegada», precisa Jose, que dirige un negocio de restauración.

«Somos la única avenida de A Coruña sin autobús urbano. Nos recortan los servicios y tenemos que seguir pagando unas tasas municipales más altas», remarca el mismo argumento Tania.

Peatonalización del barrio

La falta de transporte público se une a la falta de aparcamientos. El entorno de los juzgados de la plaza Monforte es uno de los puntos donde el ejecutivo local está centrando su apuesta por la peatonalización en la ciudad desde el 2020. La calle Ramón Cabanillas, que cruza la avenida de Os Mallos, es una de las incluidas en el proyecto que busca mejorar la calidad de vida de los barrios. «Hemos perdido unos 90 aparcamientos. El problema es que también nos quitan las soluciones de transporte compartido», se resigna Jose.

«Por lo que sabemos, una vez que se tenga más presupuesto, el objetivo es seguir peatonalizando, también en la calle Sofía Casanova. Eso está bien, pero hace más necesario contar con un bus urbano», valora Marta, que forma parte de la Plataforma de Veciños Os Mallos, que ya ha acudido a instancias municipales para trasladarles su malestar ante su política de movilidad en el distrito vecino de la estación de tren.

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