La jefa de Oncología del Hospital A Coruña: «El covid va a acelerar el desarrollo de las vacunas contra el cáncer»

Aunque en modo telemático por las restricciones del covid-19, las Charlas Saludables regresarán esta tarde. A las 20.00 horas, el ciclo de divulgación sanitaria organizado por La Voz de Galicia con la Xerencia de Xestión Integrada del área sanitaria de A Coruña y Cee podrá seguirse a través de la página web (lavozdegalicia.es) y los canales de Facebook y YouTube del periódico, donde Rosario García Campelo, jefa de Oncología del Chuac, analizará el presente y el futuro del cáncer.

Para hacer frente a uno de los cuadros más preocupantes de la sanidad actual «hay muchos retos que afrontar, el de la equidad, el de la sostenibilidad, el de la innovación...», considera la especialista. Aún así, opina que a la hora de abordar una patología tan compleja como la oncológica todos ellos confluyen en uno: propiciar y facilitar el impulso definitivo de la denominada medicina de precisión con la inmunoterapia como punta de lanza.

Dado que las estrategias terapéuticas tienen conexión con el conocimiento biológico de la enfermedad, «no podemos hacer medicina de precisión si no conocemos el tumor», advierte, un conocimiento que está en la base del desarrollo de diversos métodos diagnósticos, desde la biopsia líquida a las nuevas técnicas de secuenciación masiva, y también de los nuevos tratamientos que ya están en marcha y los que vendrán a corto y medio plazo. Entre ellos, la inmunización.

En este sentido, García Campelo está segura de que más pronto que tarde se contará con esta fórmula, que supondrá un salto cualitativo. «El covid va a acelerar el desarrollo de las vacunas contra el cáncer, sin duda vamos a verlas; de hecho -agrega- ya estamos trabajando con alguna en fase de ensayo clínico. Es una realidad para nosotros, no para mañana ni para pasado, pero en un futuro no muy lejano tendremos una vacuna e incluso vacunas para cada subgrupo de tumores o para cada paciente específico», sostiene la doctora en esa apuesta por una medicina de precisión, personalizada y prácticamente a la carta, que «ha venido a cambiarlo todo».

Todo ello se asienta sobre una concepción diferente del cáncer, puesto que, como explica García Campelo, «se acabó esa idea con la que hemos vivido tantos años de que el cáncer es una sola enfermedad: hoy subdividimos los tumores en función de sus características biológicas e intentamos ser lo más precisos en el tratamiento en función de esas características», explicó. Como ejemplo de ello alude a la transformación que ha experimentado y sigue experimentando el abordaje del cáncer de pulmón, que «ha cambiado el pronóstico de miles de pacientes».

Inmunoterapia revolucionaria

En esta situación, de cara al futuro la jefa de Oncología del Chuac ve claro que «nos enfrentamos a que los tumores son móviles en función de la presión que ejerces con el tratamiento, por eso hay que ser capaces de detectar esos cambios para seguir adaptando cada tratamiento».

En el terreno terapéutico, aprecia que la inmunoterapia ya está suponiendo una revolución en marcha, ya que cada vez son más las indicaciones y el número de tumores en los que funciona. Se trata de un tratamiento con diferencias radicales con respecto a otras estrategias anteriores, ya que «no estamos atacando a la célula tumoral, sino despertando al sistema inmune de un determinado paciente para que reaccione frente a un determinado tumor».

Este cambio de paradigma para hacer frente a la patología oncológica se basa en tomar el sistema inmune «como nuestro mejor aliado en la lucha contra el cáncer» y que, por el momento, ya ha permitido en determinados tumores grandes resultados. «Por primera vez -concluye- podemos hablar de largos supervivientes, de curación en melanoma, cáncer de pulmón o renal gracias a la inmunoterapia».

«La duda no existe: investigar es la única forma de salvar vidas en oncología»

Lamentablemente, nada indica, más bien al contrario, que el cáncer deje de crecer. En el 2020 se detectaron 19 millones de casos en el mundo, que serán 30 en el 2040 debido a su estrecha relación con el aumento de la esperanza de vida. «La buena noticia -apunta Rosario García Campelo- es que desciende la mortalidad y aumenta la supervivencia».

Aún así, la oncóloga insiste en la importancia de la prevención, basada en los hábitos saludables de dieta, ejercicio y en la eliminación de factores de riesgo como la obesidad, el alcohol y el tabaco. «Hay muchos tumores que son prevenibles y está en nuestras manos hacerlo», resume.

Junto a la pata de la prevención, la batalla presenta otro frente en la identificación de los pacientes, donde «lamentablemente no estamos consiguiendo beneficiar a todos, tenemos que buscar biomarcadores que nos ayuden a encontrarlos precozmente», considera la experta. Avanzar en este terreno, junto con las nuevas terapias, constituyen a su juicio las líneas de futuro en las que centrar nuevos esfuerzos. «Evidentemente, nada de esto es posible sin innovación, por eso necesitamos un plan estratégico de medicina precisión contra el cáncer a nivel país», considera la facultativa. «La duda no existe, la investigación es la única forma de salvar vidas en oncología», afirma categórica. Cree García Campelo que será esencial para situar al paciente en el centro y articular en torno a él un programa integral que atienda desde el diagnóstico temprano, al manejo multidisciplinar, la reincorporación sociolaboral para los supervivientes y también los cuidados paliativos de calidad cuando ya no sea posible curar.

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