Los menores de 60 años vacunados con la segunda dosis, en A Coruña: «Preferí seguir con AstraZeneca, espero que esta vez no me convierta en un trapo viejo»

Lucía Cancela
Lucía Cancela A CORUÑA

A CORUÑA

María Rocío Eiroa, en el Sanatorio Marítimo de Oza.
María Rocío Eiroa, en el Sanatorio Marítimo de Oza. EDUARDO PEREZ

La mayoría de los que acudieron al ensayo en A Coruña optaron por volver a inocularse la dosis anglosueca

08 jun 2021 . Actualizado a las 10:20 h.

El área sanitaria de A Coruña y Cee fue este sábado protagonista de una prueba piloto. Los menores de 60 años, que ya habían recibido la primera dosis de AstraZeneca, fueron convocados como parte de este ensayo para comprobar el funcionamiento del permiso firmado por cada usuario. Los elegidos tuvieron que escoger qué modelo de vacuna preferían y el 88 % se inclinó por completar la pauta con AstraZeneca, mientras que el restó optó por Pfizer. Una mayoría aplastante que algunos resumían así: «Mejor malo conocido que bueno por conocer».

AstraZeneca

La administración se realizó de forma separada. Los ciudadanos que optaron por inocularse el preparado anglosueco acudieron al Sanatorio Marítimo de Oza. María Rocío Eiroa recibió la convocatoria por teléfono: «Me llamaron y me preguntaron cuál quería» y añade, «me quedé algo bloqueada porque yo no sé nada de esta materia». Ante el desconocimiento, pidió consejo a la asistente telefónica: «Me dijo que ella no tenía ni idea». Por lo que sin pauta, María Rocío optó por completar la inmunización con la vacuna que ya se había puesto: «Preferí seguir, aunque espero que esta vez no me convierta en un trapo viejo». Un malestar que le causa bastante preocupación. Opinión generalizada que comparte María Isabel Fraga: «¿Hasta qué punto sería bueno mezclarlas?», planteaba.

Más convencida estaba Ana Fernández, que estuvo dispuesta a recibir AstraZeneca desde un primer momento: «Ni lo dudé». Ella no tiene «miedo ni preocupaciones por los efectos secundarios», de lo que sí tiene ganas es de disfrutar el verano. Por su parte, Diego Fernández dice que sigue la ciencia y por ello, aceptó la fórmula anglo-sueca: «Es lo que dice la comunidad científica. Me fío más de ellos que de lo que diga el Gobierno». A él le convence la evidencia hasta ahora probada.

Ana Fernández, en el Sanatorio Marítimo de Oza.
Ana Fernández, en el Sanatorio Marítimo de Oza. EDUARDO PEREZ

Marián Rodríguez es auxiliar de enfermería y técnica de laboratorio. Opta por AstraZeneca porque prefiere seguir con la misma pauta: «La prueba que se hizo en la Carlos III fue muy corta y mezclar no me daba confianza». Tuvo malestar tras la primera dosis, pero a ella le compensa: «Lo que sea para volver a la normalidad», explica.

Marián Rodríguez, en el Sanatorio Marítimo de Oza.
Marián Rodríguez, en el Sanatorio Marítimo de Oza. EDUARDO PEREZ

Pfizer

Los cien convocados para vacunarse en el Chuac con la dosis de Pfizer caían con cuentagotas. Una de ellas, Vanesa Serrano, optó por esta marca porque tiene «más inmunidad y ha presentado menos efectos secundarios». La primera de AstraZeneca le dio algo de malestar, pero apenas lo notó.

Vanesa Serrano, en el Chuac.
Vanesa Serrano, en el Chuac. EDUARDO PEREZ

María del Mar Segade también prefirió el fármaco Comirnaty: «Es más universal, tiene menos efectos secundarios y a AstraZeneca le pusieron muy mala fama». En la misma línea se mantenía Mari Sol Martínez, mientras esperaba a que pasasen los 15 minutos de descanso: «Le cogí miedo después de ver todo lo que salía en la tele» y añade: «Tuve compañeras que estuvieron muy malitas». Alguna de ellas, incluso, «se quedó en observación». A ella le ocurrió algo distinto: «Me dio somnolencia al día siguiente, al igual que si me hubiesen pinchado con anestesia». Como le parecía extraño lo dejó pasar, «y después de un tiempo, a una conocida le ocurrió lo mismo»,explica Mari Sol. Es más, si de ella dependiese, en un futuro tampoco se daría ninguna otra dosis. 

María del Mar Segade, en el Chuac.
María del Mar Segade, en el Chuac. EDUARDO PEREZ