Simón Gallego Galvis, violinista de A Coruña: «De mi universidad de Boston salieron 290 premios Grammy»

Lucía Cancela
Lucía Cancela A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

El curso que viene, este coruñés estudiará interpretación de violín en el Berklee College of Music de Boston, al que también asistieron Meghan Trainor o Pharrell Williams

26 may 2021 . Actualizado a las 18:58 h.

Simón Gallego ( A Coruña, 2003) acaba de terminar el grado profesional de violín y segundo de bachillerato. En septiembre seguirá su formación en el Berklee College of Music de Boston, una universidad de música moderna de renombre mundial. Su caso es de uno entre un millón, y es que solo el 15 % de los que se presentan logran el acceso a la universidad de los Grammy.

—¿Cómo descubrió esta universidad?

—Mi madre me la enseñó cuando tenía 12 años. Lo veía como algo inalcanzable. No obstante, en diciembre del 2020 decidí presentarme. Vi lo que ofrecían y conecté con su forma de enseñanza.

—¿Qué fue lo que le llamó la atención?

—No se trata de unos estudios superiores al uso, sino que se centran más en la creatividad y potencial de cada persona. Yo voy a estudiar interpretación de violín, pero la oferta de la carrera es multidisciplinar.

—Y en cuanto le aceptaron, dijo «sí».

—Claro. Es una universidad enfocada a la industria musical. De todos los premios Grammy entregados, 290 pertenecen a exalumnos. Allí han estudiado Megan Trainor o Pharrell Williams. Además, tiene un campus en Valencia.

ANGEL MANSO

—¿Entonces Boston o Valencia?

—Primero Valencia y después Boston.

—¿Por qué cree que le escogieron?

—Fue una audición muy exigente. Primero tenía que llevar una pieza preparada. Yo llevé una partitura de Bach. Después debía improvisar sobre una base. Y también me hicieron una entrevista personal y cotejaron mis notas. Solo cogen al 15 % de los que se presentan...

—¿No le asustó improvisar?

—Nada. Fue muy bien porque yo me había preparado con mi tutor de conservatorio, Javier Cedrón. Es más, el jurado se quedó impresionado por cómo lo había hecho. A un violinista de enfoque clásico le resulta muy complicado improvisar porque no se permite un error.

—Con esta universidad, ¿escapa de lo clásico?

—En absoluto. La música clásica puede ser contemporánea perfectamente. Es más, me gustaría mezclarla con pop o rock.

—¿Y qué opinaría de una colaboración con Rosalía o C Tangana?

—Muy factible. El estilo de ambos consiste en coger los clásicos españoles y mezclarlos con los nuevos estilos.

—¿Cómo fue la enseñanza durante la pandemia?

—Un poco chocante. Especialmente en la parte del conservatorio ya que todas las asignaturas de instrumento, impartidas de forma telemática, perdían parte de su esencia.Incluso este año, que se retomó la presencialidad, estuvo limitado. Mi recital de fin de curso consistió en una cámara grabando y yo. 

—Además de músico, escritor.

—Sí, disfruto de la literatura. Siempre me ha gustado leer. Pero fue a partir de estudiar a Lorca cuando decidí escribir poesía. Me compré una libreta y ya fui viendo cómo moldear mi estilo. Qué es lo que menos me gusta y lo qué mejor puedo explotar. 

—¿En qué se inspira para componer o escribir?

—Para crear, utilizo técnicas impresionistas y surrealistas. Pienso en una escena, real o irreal, y me imagino cómo podría describir lo que hay en ese escenario, de forma física y emocional. Recurro a metáforas, porque no sé expresarme de forma literal.

—Es un proceso creativo exigente. 

—Sí, porque necesito que haya una cierta complejidad y que, dentro del poema o canción, exista una atmósfera y se construya un universo con imágenes que puedan conectar con el oyente. 

ANGEL MANSO

—¿Alguna vez se ha sentido limitado?

—No, pero sí he sentido presión. Muchas veces por parte de compañeros que me dicen: «Música, ¿y qué más?». Esta carrera está menospreciada por la sociedad.

—¿De dónde viene su pasión por la música?

—Desde pequeño. Mis padres me regalaron mi primer violín en el bautizo.

—Por último, ¿tiene algún plan pensado para hacer antes de irse?

—Buscaré becas para financiar los estudios, y un empleo.