Una avería provoca inundaciones y cortes de luz de 13 horas en comercios y viviendas del centro de A Coruña

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Los negocios, que estuvieron todo la jornada sin suministro eléctrico, cuantifican los daños de un sábado que presumían bueno y se perdió desde la hora de abrir. Bomberos y personal de Emalcsa y de la empresa eléctrica trabajaron hasta las diez de la noche para controlar la situación

15 may 2021 . Actualizado a las 22:42 h.

Una avería en la red de saneamiento provocó este sábado inundaciones y cortes de luz de 13 horas en viviendas, aparcamientos y bajos comerciales del centro de A Coruña, entre Juana de Vega y el Obelisco. Los bomberos recibieron las primeras llamadas de emergencia pasadas las nueve de la mañana y hasta las siete de la tarde no consiguieron retirar el agua de los locales afectados. Para evitar males mayores, algunos comerciantes echaron mano de bombas de achique domésticas, y alrededor de las diez de la noche varios camiones cisterna continuaban sacando agua en el Cantón.

Las primeras hipótesis apuntaban a un fallo en el colector de San Roque, que da servicio al centro de la ciudad, como origen de las incidencias. Sin embargo, una vez que esa avería quedó resuelta, según los bomberos, la red de alcantarillado siguió desbordada, por lo que técnicos de saneamiento se desplazaron a la zona del Cantón Grande, donde desde hace un par de semanas se llevan a cabo obras de reforma de la calzada y las zonas peatonales.

Entre los negocios de hostelería más afectados está la cafetería Mafary, en la Alameda. «Perdimos todo el día -confirmó José Manuel, el encargado-. Me encontré con 20 centímetros de agua a las nueve de la mañana y ya no hubo manera de solucionar el problema. Optamos por cerrar también por la tarde, así que hemos perdido el día entero».

Los hosteleros lamentaron que episodios como este se suman a la dramática situación que ya está viviendo el sector por las restricciones del coronavirus. «Cuando vienen, vienen todas juntas», se quejó José Manuel.

También en la Alameda tuvo problemas la taberna O Secreto. Una de las empleadas, Ana León, confirmó que estuvieron sin luz desde las seis de la mañana hasta las siete de la tarde. «No hay derecho a que pasen estas cosas -protestó amargamente-. Tuvimos que llamar a los clientes para anular las reservas del mediodía, y por suerte hemos podido salvar las de la noche, aunque muchos ya han buscado otra alternativa. El corte de luz disparó las luces de emergencia, pero después de tantas horas encendidas se fueron apagando. También tuvieron agua en la parte de abajo, «aunque solo goteras».

«Me encontré con 20 centímetros de agua a las nueve de la mañana y ya no hubo manera de solucionar el problema», explicó el encargado de la cafetería Mafary, en la calle Alameda.
«Me encontré con 20 centímetros de agua a las nueve de la mañana y ya no hubo manera de solucionar el problema», explicó el encargado de la cafetería Mafary, en la calle Alameda.
 

Apagones

Todos los negocios de la zona, entre la tienda de ropa Tezenis y los bancos próximos al Obelisco, se vieron afectados por un prolongado corte de luz que les impidió atender a sus clientes en un día que se prometía grande, después del año de graves dificultades provocado por la pandemia del coronavirus. Los hosteleros detectaron la falta de suministro eléctrico cerca de las 6.30 de la mañana, cuando empezaban a poner en marcha sus negocios, y no pudieron trabajar hasta pasadas las siete de la tarde, cuando se repuso el suministro. El largo tiempo transcurrido hasta que se resolvió el problema provocó mucha indignación entre los empresarios, que criticaron que los trabajos para resolver la avería no empezaron hasta «las nueve y media» a pesar de la situación de «urgencia», lo que les hizo perder la mayor parte de la jornada.

Lucía Cidón, del restaurante Cantón 23, lamentó que lo ocurrido causó un «fuerte trastorno» en el negocio. Tuvieron que cancelar dos turnos de comidas y temían perder también las horas de la cena. Cidón se mostró sorprendida de la altura que alcanzó la inundación, que en el párking llegó «a la altura de la rodilla». Varios negocios se vieron afectados por ella, aunque no su restaurante, que pudo empezar a trabajar ya entradas las siete de la tarde, cuando volvió la electricidad.

También la Jamonería Alameda sufrió el corte de luz. Tenían reservas para todo el día, pero no pudo abrir hasta las ocho menos cuarto de la tarde, cuando volvió la luz. Como los propietarios de otros locales, cargan contra la gestión del suministro eléctrico: «No es normal que con lo que acabamos de pasar tuviésemos que estar 13 horas para que volviese la luz en pleno centro de A Coruña».

Para la Librería Arenas, lo ocurrido fue «una faena». No solo padecieron el corte de luz, sino que el emblemático establecimiento, cuyo propietario Manuel Arenas recogió ayer un premio en Santiago, también sufrió la inundación, ocasionada porque la bomba de achique, al quedar bajo el agua, dejó de extraer líquido. Pudieron abrir por la tarde, cuando volvió el suministro eléctrico, pero estuvieron toda la mañana reponiendo los expositores y el material dañados por la inundación.

Los aparcamientos subterráneos de Juana de Vega-Plaza de Pontevedra y los Cantones sufrieron inundaciones importantes y varios vehículos tuvieron que ser retirados con grúa.