La cuenta de Instagram que revoluciona a los treintañeros de A Coruña

caterina devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Las discotecas Baroke, LP o Party son los escenarios de las fotos sacadas entre el 2000 y el 2010, y que un perfil social ha recuperado del baúl de los recuerdos

10 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado siempre vuelve. Como ejemplo, la cuenta de Instagram que comenzó bajo el nombre de discotecascoruna y que, debido a su éxito, ha pasado a denominarse discotecasgalicia. El perfil empezó recuperando fotografías de entre el 2000 y el 2010 en los templos de la movida de esos años: Baroke, en Sada, Party, en Carral, o LP45, en Ordes. Además, desde hace poco, su creador ha optado por incluir instantáneas más recientes sacadas en locales como el Dux, Amura o las discotecas Pelícano y Moom, e incluso ha expandido su mirada hasta espacios de Melide, Ourense o Betanzos.

Las imágenes que más furor han causado son precisamente las más antiguas, y aunque no todo el mundo está conforme con encontrarse con su yo del pasado ataviado con la moda del momento -cinturones de chapa de todos los colores o con tachuelas, aros de plástico y collares de bolas al estilo de Vilma la de los Picapiedra, y por supuesto, zapatillas a las que se les ponía calcetines de relleno todavía no sabemos el porqué- la mayoría de los treintañeros han acogido bien una cuenta que les transporta a momentos felices. Capturas de pantalla de las imágenes del perfil de Instagram son compartidas en los grupos de amigos de WhatsApp entre bromas sobre los estilismos que llevaba uno u otro y comentarios de anécdotas sobre esas jornadas de fiesta y, como si de Gossip Girl se tratara, la mayoría se pregunta quién tiene todas esas fotos en su poder.

Detrás de discotecasgalicia, con casi 2.000 seguidores, está Iván, un informático de 40 años conocido como Ivich Maister, que ya creó en el pasado iniciativas similares como la página de Facebook Yo también iba a la discoteca Sabaroc con 2.701 simpatizantes. «Las fotos las consigo de mi archivo personal, ya que en esos años mis amigos y yo montamos una web que se llamaba Tangaturis.tk en la que compartíamos las imágenes que hacíamos cuando salíamos de marcha. Gracias a eso conocimos a muchísima gente, incluidos compañeros que hacían lo mismo en otras páginas. Con todas esas carpetas, que he ido guardando, creé hace ya siete años varias páginas en Facebook. Además, tengo la colaboración de muchas personas que me ha enviado fotos de entradas de las discos y vídeos», apunta Iván, que vive en Cambre, pero es de Culleredo

Los «temazos» de la época

El autor también comparte temas de esos años, que luego guarda en una carpeta de destacados para que sus seguidores puedan encontrarlos. Además, indica las listas de Spotify en las que ha recopilado las canciones. Así, en estos tiempos en los que nos toca estar más en casa, son muchos los que le dan al play y viajan hasta aquellos maravillosos años. ¡Qué siga el baile!

«En esta época de pandemia empiezas a recordar tiempos en los que eras más libre»

La idea de trasladar el archivo fotográfico, que Iván tenía tras crear una web de fotos en la primera década del 2000, a Instagram tuvo que ver con la llegada del covid. «En esta época de pandemia hay poco contacto con la gente y sí mucho tiempo de introspección, por lo que empiezas a recordar épocas pasadas en las que disfrutabas estando con los tuyos, conectando con desconocidos, disfrutando de la libertad de bailar, beber, fumar... Éramos mucho más libres. Esa melancolía me ha llevado a compartir esos momentos en Instagram desde el 30 de diciembre y, aunque en general he tenido una gran acogida, siempre hay quien prefiere renegar de ese pasado y me pide que retire las fotos. Lo hago sin problema», indica el responsable del perfil discotecasgalicia, que confiesa que la mayoría de las que solicitan la retirada son mujeres.

Por supuesto, él era un asiduo de los locales de moda en esos años. «La primera que pise fue Party en Carral, con 14 años. Desde pequeño fui amante de la música dance y poder vivir ese ambiente fue un sueño, que se vio truncado pronto, porque debido a mi edad y a mi cara de niño me prohibían el acceso. Cuando cumplí los 16 mi carrera como salidor profesional se incrementó y ya entré en templos como Oh Coruña de tarde ,Oh Lala en Cambre, Trips y Bambina en Santa Cristina, Sabaroc en Sada, El bosque en Cecebre y Party en Carral. Después, ya con 18, salía hasta cuatro días consecutivos de marcha: los jueves por el Orzán, los viernes a El Bosque, los sábados a Sabaroc y LP, los domingos a Carral y después a Chevalier y Brothers en Santa Cristina», apunta el apasionando de las redes sociales, que confiesa que su retirada de las pistas de baile fue paulatina. «Mis últimos años de salir iba a LP los sábados y al Orzán, pero solo un día de cada fin de semana. Después, en el 2006, cuando empecé con mi actual pareja, ya fui dejándolo, también por la bajada de calidad, musicalmente hablando, y del ambiente de la movida. La música de antes te hacia saltar y en el panorama actual poca gente lo da todo en la pista, prima más el postureo», indica el informático, que considera que en lo que a música se refiere, la implantación de la tecnología facilitó el montarse la fiesta en casa. «La manera de interactuar también ha cambiado. A raíz de las redes sociales puedes hablar con infinidad de gente sin salir de casa. Además, el ambiente de antes y el que había ahora, antes de la pandemia, está a años luz. Antes se exigía un mínimo de calidad, ahora la música es consumida poniendo la misma base de reguetón y autotune», dice.