Los jóvenes hosteleros José Luis y Noemí se hicieron cargo del bodegón con la idea de mantener el espíritu y la comida casera del local
09 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.José Luis López Miraz y Noemí Presedo Vázquez, de 27 y 26 años, reflotaron el Prestige antes de que se hundiese. Él es de Teixeiro y su mujer de Curtis, una combinación explosiva, y se acaban de hacer cargo de un bodegón muy popular en Os Castros, O Prestige. «Vimos una oportunidad de negocio porque el anterior propietario lo dejaba y nos lanzamos. Yo trabajaba de camarero en un local de enfrente. Vamos poco a poco», comenta José. Siguen apostando por el arroz con bogavante, las navajas o el pulpo como Manuel, al anterior dueño. Antes de dedicarse a la hostelería Manuel anduvo al mar. Por eso bautizó sus dos locales con nombres muy reconocibles y recordados por todos, aunque no por temas gradables. El primer negocio que inauguró se llamaba Casón y estaba en el puerto de Fisterra. Hace 16 años decidió dejar su localidad natal y probar suerte en A Coruña. «Vine para mejorar. Vi futuro», comenta Manuel Jesús Insua Rivas. Abrió en la avenida de la Concordia el bodegón O Prestige, «Cuando fue lo del petrolero estuve de voluntario», recuerda desde este local de Os Castros decorado con imágenes del tristemente famoso barco, de la gente recogiendo el chapapote, de murales de su tierra, y una carta náutica que le regaló un cliente-amigo, el capitán Perfecto López-Nóvoa. Durante más de tres lustros despachó lubinas a la brasa, arroces con bogavante y paellas de marisco a una parroquia fiel. Ahora regresó a Fisterra donde abrirá pronto O novo Prestige. Mientras tanto, José Luis y Noemí intentan mantener a flote el de Os Castros. Ahí tienen el momento del cambio de tripulación en este clásico del populoso barrio.