Dudas y aplausos para la obra que ampliará el paseo de los Cantones de A Coruña

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

Ayer arrancó la demolición de una parte de la mediana próxima al cruce de la plaza de Mina, donde se hará la transición de cuatro carriles a dos de circulación para automóviles. César Quian
Ayer arrancó la demolición de una parte de la mediana próxima al cruce de la plaza de Mina, donde se hará la transición de cuatro carriles a dos de circulación para automóviles. César Quian CESAR QUIAN

La reforma avanza y ya ha comenzado la demolición de algunos tramos de mediana

06 may 2021 . Actualizado a las 13:14 h.

Los coruñeses no las tienen todas consigo en la reforma del Cantón que ha puesto en marcha el gobierno local, que en esta fase de las obras va a consolidar la ampliación de las zonas de paseo delimitadas tras el confinamiento y a peatonalizar Rúa Nueva.

Al cierre de esta edición, más de la mitad de los más de 1.400 participantes en una encuesta de lavoz.es se mostraban contrarios a la reforma, aunque en el sondeo se dieron importantes variaciones, y a algunas horas eran mayoría los partidarios de consolidar las zonas peatonalizadas.

A pie de calle, la opinión sobre la reforma también está dividida. Los partidarios de la obra creen que hará una ciudad más amable y devolverá el espacio público a los peatones. Los detractores tienen dudas sobre su viabilidad, temen que el casco histórico quede aislado y sus negocios se vean abocados al cierre, o que el recorte de carriles cause atascos.

Jesús Romero, vecino de Zalaeta, es de los primeros. Conoce los detalles de la obra por lo que se ha publicado en prensa. Afirma que es un proyecto «fácil y en apariencia barato». Cree que es «mejor hacerlo ahora que más adelante, cuando se reforme San Andrés o se amplíe el túnel de la Marina». Desde su punto de vista, los carriles de circulación actuales «son demasiados» porque «se construyeron cuando la ciudad era otra». Recuerda que hace unas décadas «se aparcaba en todos los Cantones, todo alrededor del Obelisco». Entiende que por entonces «no quedaba más remedio, porque no había los aparcamientos subterráneos que se construyeron en los últimos años». Pero ahora están esos párkings y los túneles «que han sacado el tráfico hacia el paseo marítimo y la zona de San Antón», por lo tanto «no hace falta tanto carril, se puede recortar».

En el lado contrario, Víctor Faro, vecino de Monte Alto, teme que la obra tenga un resultado similar al de la Marina, que define como «una construcción basada en el cemento y completamente deshumanizada, fría e impersonal». La extensión de las nuevas superficies asfaltadas, que suman miles de metros, también echa para atrás a Francisco Cruz, de la zona de Orillamar: «La peatonalización de la ciudad parece ignorar en general que A Coruña es una ciudad en la que llueve», lamenta. Desde su punto de vista faltan zonas verdes y espacios de estancia en los que sea posible refugiarse de los elementos.

Rodrigo Díaz, un taxista, afirma que «ve bien» la obra, «como una extensión de la Marina». Señala que hay pocos garajes, por lo que debería «afectar muy poco» a los usuarios. Duda de algunos detalles del proyecto, como la existencia de apartaderos para los buses o la posibilidad de hacer labores de carga y descarga en toda la superficie hasta las 11.00 horas. Cree que ambas soluciones son «positivas», aunque insiste en que se deberían dar facilidades a los taxistas para recoger clientes todo el día porque «hay gente mayor que necesita ese servicio».

Cree que el cambio será positivo para la zona, y recuerda el ejemplo de la Marina «que se vio muy beneficiada por el cierre del tráfico». Pero teme que Juana de Vega no aguante el aumento de tráfico: «Van a tener que hacer un esfuerzo para liberar la entrada del túnel y las paradas en el carril de la derecha o se complicará».

También ve bien el cambio Teresa García, una vecina de Culleredo que trabaja en A Coruña: «La idea de ampliar la zona peatonal es fantástica, porque a veces se concentra mucha gente y es difícil no chocar con los demás, pero a ver si pueden hacerlo sin complicar mucho el tráfico».

Otro tanto piensa José Pardo, vecino de Monte Alto. Le gusta caminar, y pasea a menudo por los Cantones. No tiene dudas sobre el plan del Ayuntamiento «Necesitamos más espacio para la gente, es una buena idea ampliar las aceras o poner carril bici», afirma. Cree que los dos carriles para coches bastarán y que la ampliación de la zona peatonal en los Cantones tras la pandemia «hacía falta», sobre todo en la zona del antiguo Banco Pastor, donde la acera «no llegaba para todos los que salían a caminar».

De nuevo al otro lado, Cristina Vidal, vecina de Rúa Nueva, afirma que el plan es excesivo y teme que el tráfico colapse «A Coruña, que es una península, como Cádiz». Ve bien que el Ayuntamiento haga obras, pero lamenta la falta de información y considera que el proyecto es excesivo para la gente que sale a caminar: «Es demasiado, sobre todo porque ya tenemos todo el paseo marítimo». Duda de los efectos de la reforma, recuerda que en la Marina siguen pasando los buses, con todo el ruido y el impacto para el paso de peatones que suponen.