Aventura en el punto limpio

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

Punto limpio en A Coruña
Punto limpio en A Coruña EDUARDO PÉREZ

11 abr 2021 . Actualizado a las 12:01 h.

Henchido de conciencia ecológica y con el coche en modo furgoneta y hasta el techo de trastos, llego al punto limpio dispuesto a liquidar todo lo que estorba en casa y que por motivos insondables solo consigo eliminar en arrebatos infrecuentes.

Me reciben junto a la puerta varios ambulantes con las piezas de dos lavadoras (y toda su tornillería) desparramadas por el suelo, como cuando Han Solo y Chewbacca reparan el Halcón Milenario. Declino amablemente su invitación a pararme, entro en el punto limpio y... comienza la aventura.

-¿El voluminoso que trae es de metal o de madera?

-Tiene un poco de cada.

-Pues tendrá usted que separar las piezas.

Tras convencer a la operaria de que predomina el metal, recibo otras consignas: «A los VHS tiene que sacarles las cintas de las fundas, las bombillas las mete en aquel cacharro, pero bajo ningún concepto pueden romperse, y el césped cortado se lo lleva de vuelta, que tengo a tope el contenedor de las podas».

¡Ay! Después de separar cintas y fundas durante media hora, coloqué las bombillas en el recipiente indicado como embriones en manos de un delicado genetista. «¡Que no se rompa ni una! -imploré-, a ver si me las tengo que llevar de vuelta. Como el césped».

Nadie dijo que fuese fácil el ecologismo. ¡Qué tensión! La única operaria, con cinco vehículos a la cola, estaba desbordada. Y le llamó la atención al del coche de delante por saltarse el control de la puerta: «¡Es que me pone patas arriba el punto limpio!».

No sé..., uno no sale de allí muy enganchado al reciclaje. En la puerta, sonrientes, me despiden Han Solo y Chewbacca: «Que la paciencia te acompañe».