Salvador Peña, presidente de la Junta de Cofradías de A Coruña: «Mucha gente se ha acercado estos meses para ser parte de una cofradía»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

Los templos acogerán la exposición de los pasos que solían sacar en procesión

29 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En A Coruña, por cosas de nuestro clima, están los miembros de las distintas cofradías acostumbrados a tener que resguardar su paso y cancelar la procesión mientras se mira al cielo esperando que pasen las nubes y se desea mejor suerte a aquellos a los que les toque procesionar al día siguiente. Pero otra cosa es que la cancelación sea general, como ocurrió el año pasado y, de nuevo, este. La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro de la Orden Tercera; la Congregación del Divino Espíritu Santo y María Santísima de los Dolores de la parroquia de San Nicolás; la Cofradía de la Pasión del Señor y Nuestra Señora del Mayor Dolor de San Jorge; la Cofradía y Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias de la parroquia de Fátima; la Cofradía de la Borriquita de los Capuchinos; y la Asociación de Amigos de las Capuchinas en Panaderas asumen con resignación las limitaciones derivadas del covid, pero idean nuevas maneras de vivir estos días, tal y como explica vía telefónica el presidente de la Junta de las cofradías, Salvador Peña.

-Otra Semana Santa más sin celebrar...

-Eso no es así. Hay una Semana Santa muy importante, con todas esas personas en el frente de batalla de los hospitales cuidando a los enfermos. Eso sí que son obras de misericordia. Esta es una Semana Santa diferente, sin duda. Pero no por ello será menos intensa. Vamos a tratar de hacer algo alternativo a las procesiones en la calle, ya que han quedado suspendidos todos los actos cofrades en la vía pública.

-¿Cómo será esa alternativa a las procesiones?

-Expondremos en los templos donde tienen su sede las cofradías los pasos que acostumbrábamos a procesionar en la calle, para que puedan ser visitados por los ciudadanos que lo deseen. En la Orden Tercera, por ejemplo, exponemos en una de las dependencias, en la sala capitular, desde la urna del Cristo Yacente hasta el Cautivo, Nuestra Señora de la Amargura y nuestro Nazareno de la escuela de Pedro de Mena, todo en altares de culto, para que la gente pueda verlos. Y en la iglesia pondremos la parte del Entierro: la Soledad, el Yacente con San Juan y Magdalena, todo haciendo una composición que dé una idea de cómo saldría el paso a la calle. La Cofradía de la Pasión tienen expuesto en el altar mayor de San Jorge el paso del Calvario y Nuestra Señora del Mayor Dolor; en los Capuchinos, la cofradía de la Borriquita realizará una alfombra floral, además de exponer el paso; en Fátima hacen lo propio con imágenes como la de Nuestro Padre Jesús del Amor, y las Capuchinas expondrán el Nazareno del Perdón.

-Y en cada templo, gel hidroalcohólico a la puertas.

-Claro, todo guardando la normativa sanitaria vigente sobre aforo, desinfección de estancias, mascarillas y distancia.

-¿Se mantienen los cultos litúrgicos de estas fechas?

-Sí, aunque algunos hay que moverles su horario habitual. La Cena del Señor del Jueves Santo, la celebraremos a las 18.00 horas, el Viernes Santo, la Pasión, a las 17.30. Y la vigilia pascual, a las ocho de la tarde, es decir, tenemos que adelantarla un poco por el toque de queda. Antes se hacía una vez terminada la procesión.

-¿Deslucen mucho las imágenes a cubierto?

-Creo que la gente se llevará una gran sorpresa, porque las imágenes estarán, desde una perspectiva estética, mucho más cuidadas. El no tener que salir nos da pie a tener un altar mucho más decorado. Faltará la solemnidad de la procesión, pero la plasticidad será enorme.

-¿Y cómo están viviendo los miembros de las distintas cofradías el no poder procesionar?

-Pues con resignación. Se piensa y se apela al sentido de la responsabilidad y somos conscientes de que no puede ser, pero queda esa nostalgia. El espíritu cofrade es así. El que lo tiene desea todo el año que lleguen estas fechas para ponerse el hábito y procesionar. Pero no puede ser y lo entienden. Es más fácil de llevar esta frustración que la de los años en los que no se puede salir porque llueve. Hay una realidad de la que nadie puede evadirse y que a todos afecta.

-¿Cree que tras dos años sin procesionar se resentirán las cofradías?

-Al revés, confío en que saldremos con más fuerza y más ganas que nunca porque la gente está deseosa. Es más, te diré que estos tiempos convulsos han despertado interés por las cofradías. Mucha gente que veía las procesiones desde fuera se ha acercado estos meses a interesarse, han querido apuntarse para formar parte de la cofradía.

«No podemos compararnos con Ferrol, pero crece el interés por nuestra Semana Santa»

Salvador Peña asiente con tanta lástima como comprensión cuando se le dice que una Semana Santa sin procesiones no es lo mismo.

-Es algo que les afecta en primer lugar a los cofrades, pero también a los ciudadanos en general.

-Hombre, la participación es totalmente distinta, eso es innegable. Procesionar es dar una catequesis pública en la calle. La actitud y devoción que hay en una procesión, recorriendo las calles de la Ciudad Vieja con un Cristo a media luz... Eso invita a un recogimiento diferente, la gente participa mucho más. Y a eso hay que sumarle otra parte también importante, aunque de distinta manera, que es la económica. Porque una procesión mueve a mucha gente, trae bandas de música de otras localidades, viene gente de toda la comarca... Y eso es un revulsivo para el comercio y la hostelería que este año no se producirá.

-¿Tiene importancia turística la Semana Santa coruñesa?

-Sin duda. Las compañías de autobuses nos confirmaban año tras año que las rutas de cercanías se abarrotaban cuando había procesión. Y cuando había cruceros se acercaba todo el pasaje a ver los pasos que les coincidían en horario. No podemos compararnos con Ferrol o Viveiro, pero en los últimos años se ha ido incrementando mucho el interés por la Semana Santa coruñesa.

-¿Nota desánimo entre los cofrades? ¿Teme que haya bajas?

-Yo creo que no, porque las cofradías realizamos una especie de catequesis interna, tratamos de tener una comunión entre los cofrades, estamos siempre vinculados y motivando el espíritu de cofrade. Además somos muchos, en las ocho procesiones salen un mínimo de trescientas personas, con niños, acólitos, porteadores...