Punta Langosteira se consolida como el gran puerto refugio del norte de España

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Emiliano Mouzo

Una avería obligó ayer a un quimiquero a arribar a este muelle

11 feb 2021 . Actualizado a las 13:34 h.

En la mañana de este miércoles tuvo que buscar refugio en el puerto exterior de punta Langosteira el buque quimiquero Atlantis Arki. El barco, que navegaba con sus tanques vacíos, lo hacía en lastre, desde Huelva hacia A Coruña, sufrió un problema en la máquina frente a cabo Fisterra.

Su capitán alertó de la avería a Salvamento Marítimo. Le reportó que sus 17 tripulantes se encontraban bien y que la deriva del buque no era peligrosa. Aun así, desde Salvamento Fisterra se ordenó, de inmediato, zarpar hacia la situación del quimiquero con problemas al remolcador de altura Don Inda. Mientras, los maquinistas de abordo del barco lograron poner en marcha la máquina, y pudo poner proa hacia A Coruña, pero siempre escoltado por el remolcador español.

Pero aún con la avería, supuestamente resuelta, el capitán del Atlantis Arki recibió la orden de no entrar en los muelles urbanos, o interiores de A Coruña, y dirigirse a Langosteira. Allí le esperaban un práctico del puerto y el remolcador Ibaizabal 32. La maniobra de acceso al puerto fue sencilla, a pesar del viento, «gracias a las prestaciones de punta Langosteira», indicaron fuentes del servicio de Prácticos de A Coruña. Y sobre las once y media de la mañana el quimiquero quedó atracado y a resguardo. 

Desde el 2012

No se trata de la primera vez que un barco busca abrigo en Langosteira, desde que en el 2012 entró en servicio. Dos años después, el granelero Grand Breaker, de 33.000 toneladas tuvo que entrar por problemas en su máquina. El segundo buque es buscar el abrigo de puerto exterior fue el portacontenedores MSC Ajaccio, un buque de 300 metros de eslora que se quedó sin gobierno a 18 millas de Fisterra, con toda su carga y 28 personas bordo. En el 2019 el petrolero Futura, averiado y con 37.000 toneladas de gasoil necesitó arribar a Langosteira.

Sin embargo, donde se demostró que Langosteira se había convertido en el puerto refugio del nornoreste de España fue cuando el buque tanque Max Jacob, con 148.000 toneladas de fuel tuvo que recalar en el puerto por deficiencias en su maquina. Este buque con 16,5 metros de calado, con esos metros debajo del mar, jamás podría entrar en los muelles urbanos. El quimiquero Atlantis Arki, que se abrigó en punta Langosteira, fue examinado por los técnicos, y su capitán recibió la autorización para entrar en los pantalanes de Repsol, con práctico y remolcador de puerto.