La EDAR augura que la curva caerá otra vez

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

Prueba de covid en A Coruña
Prueba de covid en A Coruña MARCOS MÍGUEZ

La carga vírica en las aguas residuales de la zona baja, pero el análisis advierte que hay 7.000 portadores de covid, el doble de los detectados por Sanidade, por lo que el riesgo se mantiene

03 feb 2021 . Actualizado a las 19:27 h.

El análisis de la carga vírica presente en las aguas residuales de A Coruña, Arteixo, Cambre, Oleiros y Culleredo da motivos para la esperanza. La presencia de restos de covid tocó techo hacia el 19 de enero, y desde entonces ha descendido de forma sostenida, en paralelo a la aplicación de limitaciones más duras a la movilidad y las reuniones, hasta quedarse en valores cuatro o cinco veces más bajos a 1 de febrero.

Pero el riesgo continúa siendo muy elevado. El informe elaborado por el equipo CovidBens, integrado por científicos de la Universidade da Coruña y el Chuac, estima que en esos cuatro ayuntamientos hay 7.037 personas portadoras de covid-19, más del doble de los confirmados por el Sergas, que el martes situaba el número de infectados en 3.352.

La diferencia entre ambas cifras indica que hay un elevado número de contagiados asintomáticos, por lo que las cifras del informe, aunque esperanzadoras, no abren la puerta a ningún tipo de relajación en las medidas de contención de la pandemia.

Es más, el informe CovidBens dice que los datos extraídos del análisis de aguas residuales permiten un sistema de alerta temprana, ya que los aumentos de restos de virus se dieron hasta 18 días antes de que las sucesivas oleadas de la pandemia se reflejasen en los datos clínicos, como se puede apreciar en la gráfica que acompaña esta información.

Por lo tanto, la reducción de la carga vírica detectada a 1 de febrero podría no traducirse en una mejora significativa de la situación clínica hasta la tercera semana de este mes, lo que también invita a mantener todas las precauciones con el fin de evitar que la tendencia a la baja se rompa.

Además, a pesar del mencionado descenso de la carga vírica, los datos a 1 de febrero distan mucho de ser positivos en términos absolutos. Base señalar que los restos del virus presentes ese día en las aguas residuales de la comarca multiplican en algunos casos por más de 40 los detectados a finales de diciembre, cuando la pandemia se adentraba a toda velocidad en la tercera ola.

La pandemia, por municipios

Es el caso de Arteixo. El 23 de diciembre, el análisis de aguas residuales detectó allí 15.565 copias del RNA (ácido ribonucleico) del virus por litro de aguas residuales. El 17 de enero se alcanzó el pico, con más de 1,9 millones de copias de RNA por litro. Fue la cifra más elevada de toda el área metropolitana. El 1 de febrero, ese valor retrocedió hasta 623.095, pero sigue siendo 40 veces más que a 23 de diciembre.

Con ciertas variaciones, esa tendencia se repite en los otros cuatro ayuntamientos analizados. En el caso de A Coruña, el pico se alcanzó también el 17 de enero, con casi 1,8 millones de copias de RNA por litro. El 1 de febrero habían bajado a 462.107.

La tercera ola tocó techo algo más tarde en Cambre, fue el 19 de enero con casi 1,49 millones de copias. El pasado lunes ese valor había descendido a 428.131.

El impacto fue algo menor en Culleredo y Oleiros. En ambos se alcanzaron los valores más elevados el 19 de enero,. En Culleredo apenas se superó el millón de copias por litro, mientras que Oleiros se quedó en 808.379. Cabe señalar que el primero de esos municipios es el que ha experimentado un descenso más pronunciado de la carga viral, con 189.203 copias de RNA por litro a 1 de febrero. En Oleiros ocurrió al contrario. Fue donde menos se redujo la carga viral, con un valor de 328.677 el pasado lunes.