El acusado de intentar matar a un policía en los calabozos de A Coruña rechaza a su abogada

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Imagen de archivo del centro de la Policía Nacional en Lonzas, A Coruña
Imagen de archivo del centro de la Policía Nacional en Lonzas, A Coruña CESAR QUIAN

El juicio tuvo que suspenderse y la acusación, que pide para él 17 años de prisión, entiende que la recusación de su letrada es una «maniobra» para dilatar el proceso

27 ene 2021 . Actualizado a las 14:18 h.

El acusado de intentar matar a un policía en los calabozos de A Coruña ocupó esta mañana el banquillo de la Audiencia Provincial y nada más hacerlo dijo que no quería ser defendido por la abogada de oficio que le habían asignado porque carecía de pruebas. En concreto, unas llamadas telefónicas. El tribunal lo aceptó y suspendió el juicio. Ahora le asignarán otro letrado. La Fiscalía entiende que se trata de una maniobra del reo para dilatar el proceso.

Este hombre se enfrentaba a 17 años de prisión como supuesto autor de los delitos de intento de homicidio, atentado a agentes de la autoridad y lesiones.

Según la acusación, ejercida por el despacho Lex Auria, el procesado, que había sido detenido por atracar varias entidades bancarias, cometió los hechos en febrero del 2019. Se encontraba recluido en un calabozo del cuartel de la Policía Nacional de Lonzas e intentó estrangular al agente que lo custodiaba durante casi un minuto.

Según el fiscal, poco después de su ingreso en los calabozos, solicitó ir al baño a un agente alegando que se encontraba mal. Al volver, señala el escrito de calificación de los hechos, «con un movimiento repentino, se la tiró por encima al agente y se abalanzó sobre él, cayendo ambos al suelo». En esa posición, el encausado «le realizó una maniobra de estrangulamiento, pasándole el brazo derecho por el cuello y tapándole la boca y la nariz con la otra mano, al tiempo que incrementaba progresivamente la presión con la finalidad de acabar con la vida del agente», añade la acusación. El agente consiguió soltarse, pero el hombre, según Fiscalía, lo derribó nuevamente y le propinó diversos golpes en la cabeza y en las costillas y huyó hasta el vestuario de los funcionarios al no conseguir salir de las dependencias policiales. Los agentes lograron sacarlo, aunque fue necesaria la intervención de varios agentes para conseguir inmovilizarlo.