Xosé Alfeirán: «La historia de Meirás es un reflejo de la historia contemporánea de España»

El historiador Xosé Alfeirán ha sido propuesto por parte del Ayuntamiento de A Coruña para que forme parte del comité de expertos que analizará el contenido y el uso que se le dé al pazo de Meirás; un grupo que será completado por los miembros que propongan el resto de administraciones (autonómica, provincial y estatal, además del Ayuntamiento de Sada), así como el resto de organismos implicados, como la Real Academia Galega y el Consello da Cultura Galega. «Ni siquiera nos han nombrado, estamos simplemente propuestos, así que poco puedo avanzar», advierte Alfeirán.

-¿Cuál debería ser, a su juicio, el contenido del pazo?

-Lo que hay que hacer es contar la historia del pazo, ni más ni menos. Con todas sus vicisitudes, que no son pocas. Que precisamente este pazo tiene una peculiaridad, que refleja la historia contemporánea de nuestro país a la perfección. Porque hay otros pazos que tienen su propia historia, pero este en concreto es un reflejo magnífico que cuanto ha acontecido en nuestro país en los últimos tiempos. Ahí está todo, para bien y para mal, con sus luces y sus sombras, desde la etapa previa a la Guerra Civil y el franquismo a la llegada de la democracia y la recuperación democrática del pazo. Desde el punto de vista historiográfico es algo fabuloso que tenemos que aprovechar.

-Pero han surgido voces que apuestan por darle mayor protagonismo a la figura de Emilia Pardo Bazán.

-A mi modo de ver todas esas polémicas son estériles y no llevan a ninguna parte. ¿Cómo no va a estar doña Emilia presente en el pazo? ¡Es su creadora! Pero eso no quita que haya mucho más que contar.

-¿Y hay sitio para todo?

-Claro que cabe todo. Tiene que caber. ¿Me preguntas por cuotas o porcentajes de presencia de una y otra cosa? No sé si al 50 % o no, supongo que eso es lo que debemos debatir en la comisión. ¿Darle más importancia a un tema que a otro? Pues tampoco tiene por qué hacerse. Habrá que tratar cada episodio del pazo con justicia, sin menospreciar nada. Todavía no he tenido oportunidad de entrar, pero visto por fuera, parece que ahí hay espacio para todo, para dedicárselo a Pardo Bazán, para contar cómo Franco se aprovechó de su poder para extorsionar a los ciudadanos y conseguir hacerse con él y, por supuesto, para analizar cómo la acción ciudadana es capaz de recuperar en democracia un bien que es de todos. Nadie puede negarse a querer contar esos 127 años de historia, desde sus orígenes hasta hoy.

-Está claro entonces lo que hay que contar, supongo que ahora habrá que ver cómo se cuenta...

-Exacto, ese es el debate. Pero yo creo que no es complicado llegar a un equilibrio, sin obviar nada. Esa será la labor del comité de expertos, llegar a un consenso que no creo que sea muy complicado alcanzar. Además, hay que partir de un concepto flexible del espacio y de su contenido. No hay nada más aburrido que un museo que no cambia ni evoluciona.

-Habrá que contar también cómo fue el proceso de recuperación del pazo.

- Por supuesto, es una parte fundamental del relato de la historia del pazo. Refleja que la democracia y la libertad están muy por encima de cualquier arbitrariedad dictatorial. Por eso los vecinos de Sada tienen que estar ahí presentes, y los de A Coruña, todos los que tuvieron que pagarlo tienen que estar ahí. Estoy fascinado con eso. Como profesor de historia es algo que me encantaría contarle a los alumnos. Cómo la acción de unos ciudadanos es capaz de derribar un entramado legal de protección de un espacio como este por la familia de un dictador. Es algo genial. Todos los implicados, desde los historiadores hasta la abogada del estado, merecen un reconocimiento. Para mi son héroes del pueblo.

-¿Será fácil llegar a ese consenso entre administraciones o habrá algún tipo de interés político que lo impida y se imponga al interés cultural e histórico?

-Es imposible no ponerse de acuerdo en que hay que contar la historia del pazo desde una perspectiva democrática. Es el deseo de toda la ciudadanía, y ningún dirigente va a oponerse a eso.

«Habrá que ir renovando el discurso para mantener el interés de los ciudadanos»

Está previsto que el pazo de Meirás abra sus jardines al público este próximo sábado, día 30; momento esperado por mucha gente, según Alfeirán.

-¿Cree que existe un interés popular por visitar el pazo?

-La verdad es que no lo conozco por dentro, más allá de unas cuantas fotos que todos hemos visto. Así que yo, particularmente, estoy deseando conocerlo. Reconozco que tengo una curiosidad casi insana. Y no creo que sea al único. El covid es lo que impide que haya colas para entrar a verlo. Era un lugar impenetrable que ahora nos abre sus puertas.

-Pero pasada la curiosidad inicial, ¿cree que terminarán los ciudadanos, y las administraciones, perdiendo interés?

-Espero que eso no ocurra. Para eso hay que potenciar al pazo como atractivo cultural y turístico. Ahora todos tenemos interés por la novedad, pero ese interés hay que incentivarlo con el tiempo, con actividades. Evidentemente, si termina abandonándose, caerá en el olvido. Pero al menos por ahora percibo mucho interés en las administraciones por sacarle una rentabilidad y permitir que el ciudadano lo disfrute y sirva para que reflexionemos sobre nuestro pasado.

-Para eso habrá que dotarlo de contenido.

-Sí, y el contenido podrá ir variando con el tiempo, podrían dejarse salas para exposiciones temporales... Incluso podría conservarse una sala que mostrase el ambiente de la residencia de Franco, que tiene indudablemente su curiosidad. Enseñarlo tal cual está, creo que es perfectamente visitable. Que se vea el paso de la dictadura por ahí. Pero eso no quita que tenga que estar así toda la vida. Habrá que ir renovando el discurso para que tenga impacto en la ciudadanía.

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