Rey busca retomar la iniciativa con pactos a izquierda y derecha

Xosé Vázquez Gago
X. Gago A CORUÑA

A CORUÑA

Sandra Alonso

El acuerdo con Núñez Feijoo se rubricará en una reunión casi inédita en María Pita

20 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El año político arrancó con la esperada reunión entre la alcaldesa, Inés Rey, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, en la que se dio luz verde a los principales proyectos que ambas Administraciones tienen en la ciudad. Entre ellos el del Novo Chuac, que el presidente gallego ha convertido en su gran apuesta en A Coruña. Al día siguiente, el portavoz del gobierno local, José Manuel Lage, compareció con su homólogo del BNG, Francisco Jorquera, y anunciaron un acuerdo para poner en marcha un ordenanza de uso del gallego y el arranque de los consellos municipales de Cultura y Economía.

El gobierno local del PSOE recuperó así la senda del pacto, que casi parecía haber perdido a finales del 2020, cuando su minoría empezaba a evidenciarse en el pleno y la relación con la Xunta se tensaba, precisamente por las dudas que despertaba en María Pita el proyecto del Novo Chuac, que sufrió su primera demora.

El segundo encuentro con Feijoo despejó el terreno de juego. Como ya ocurrió en verano del 2019, la entrevista entre ambos responsables públicos acabó con acuerdos en todos los frentes y, en esta ocasión, con el compromiso, anunciado por el propio Feijoo, de que vendrá a María Pita para firmar el pacto del Novo Chuac. Será su primera visita al Ayuntamiento desde el 2015, y confirmará el deshielo de la relación entre Administraciones.

Para algunos sectores del PP, el titular del Gobierno gallego hace un «gran favor» a la regidora; para los socialistas más prudentes, convencidos de que el PP dará la batalla por la alcaldía, es el principio del «abrazo del oso». A corto plazo, coinciden unos y otros, el acuerdo fortalece a ambos partidos -que suman dos tercios de los ediles del pleno- y pone a la oposición en la complicada situación de oponerse a la construcción de un hospital público o alinearse con el bipartidismo.

Al mismo tiempo, el acuerdo con el BNG permitió a los socialistas evitar la imagen de que se escoraban a la derecha, mientras que los nacionalistas lo podrán enarbolar como un ejemplo de su papel protagonista en María Pita pese a tener solo dos ediles. La pelota queda en el tejado de la Marea Atlántica, que pese a sus seis ediles, suficientes para sumar mayoría absoluta con el PSOE, se ha quedado descolgada de las grandes decisiones mientras hace un discurso apenas centrado en algo más que desgastar a la regidora socialista, investida con sus votos.

Los acuerdos permitieron al PSOE recuperar la iniciativa justo antes del pleno ordinario de enero, al que el gobierno llegó sin asuntos de calado que aprobar. Esa fue una de las sombras del arranque del año. La otra fue la rápida concesión de la licencia a la Xunta para iniciar la fase cero de las obras del Chuac, cuando solo unos días antes el propio gobierno local había asegurado, en base a criterios técnicos, que el Gobierno gallego tendría que presentar un estudio de detalle. La Xunta, por su parte, defendió en todo momento que ese trámite, que retrasó el inicio de la obra, no era necesario. Los hechos le acabaron dando la razón. Lo ocurrido evidencia que el gobierno local puede llegar a acuerdos, pero todavía no controla por completo la maquina administrativa municipal.