Estos son los deberes económicos que afronta el Ayuntamiento al arrancar el 2021

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

Inés Rey, alcaldesa de A Coruña
Inés Rey, alcaldesa de A Coruña Marcos Míguez

La prórroga del presupuesto deja más de 23 millones de euros pendientes de la decisión del pleno

07 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento de A Coruña comienza el 2021 con urgentes asuntos económicos por atender. Como estaba previsto, la decisión del gobierno local de prorrogar el presupuesto del 2020 con el fin de amortiguar la pérdida de ingresos derivada de la pandemia tiene efectos secundarios que deberán abordarse ahora.

Por la normativa presupuestaria, parte de los gastos del presupuesto del 2020 no se pueden mantener en este ejercicio al prorrogar las cuentas. En números gruesos, eso se traduce en que el Ayuntamiento, frente a los 260 millones del año pasado, en este ejercicio contará con 243.146,032 euros. Los más de 16,85 millones restantes no se han perdido, pero estaban destinados a gastos que no se pueden mantener de un ejercicio para el siguiente.

El grueso de esos fondos, 11,1 millones proceden del capítulo seis, el de inversiones. Las partidas que no se han podido prorrogar son las que se referían a obras concretas. Algunas han sido ejecutadas, como los 295.500 euros para la cubierta del CEIP San Francisco Javier; y otras se han quedado en el tintero, como 180.000 euros para la reforma del paseo de O Parrote. En ambos casos, esas cantidades quedarán inmovilizadas en el 2021, tanto si el gasto al que estaban asignadas se ejecutó —ya que está previsto volver a ingresar esa cantidad— como si quedó pendiente. No será posible gastar esos fondos hasta que el pleno los destine a una nueva partida. Por lo tanto, el Ayuntamiento empieza el año con 13,24 millones para obras, frente a los 24,36 que tuvo durante el año pasado.

Convenios con las entidades

Lo mismo ocurre con fondos de otros capítulos. En el número 1, el de Personal, han quedado sin uso 945.000 euros, que se destinaron a contratar desempleados o técnicos para tramitar los fondos europeos. En el capítulo 2, de gastos corrientes, se anulan partidas que pasan de 3,9 millones de euros, entre ellos 2,7 millones de la ayuda a domicilio. Del 7, transferencias de capital, quedan sin uso 640.000 euros de tres convenios con la UDC y el Estado. Finalmente, del capítulo 4, de transferencias corrientes, se anulan otros seis convenios con la Universidade da Coruña que suman 227.500 euros.

Pero además, en ese capítulo hay otros 6,52 millones de euros cuyo uso también dependerá del pleno. Se trata de los fondos para convenios nominativos, con los que se financian las actividades de las asociaciones sociales, culturales, deportivas de la ciudad.

En este caso, la normativa presupuestaria no obliga a dar de baja las partidas prorrogadas. De hecho, los fondos siguen apareciendo en las cuentas del 2021. Pero sí se anula el destino al que estaba previsto destinarlos. Por lo tanto, para que se puedan pagar las ayudas a las entidades, el pleno tendrá que aprobar una modificación presupuestaria en la que se detalle qué cantidades se destinarán a cada una de ellas.

Además de reconducir esos fondos, el gobierno local también se ha comprometido a negociar con la oposición una segunda entrega del plan de reactivación económica (Presco) para paliar la crisis desencadenada por la pandemia del coronavirus.

El primer plan se aprobó por unanimidad con un presupuesto de 13,2 millones de euros. El gobierno local ha insistido en el éxito del plan y cifra su ejecución en un 82 %, pero la oposición pone en duda esa cifra y exige más datos al ejecutivo local.

María Pita vuelve a la situación del 2019, aunque en un contexto político diferente

Desde la década de los 80, el Ayuntamiento solo ha estado durante un año completo sin presupuesto, el 2019, cuando el gobierno local, entonces presidido por la Marea Atlántica, no logró llegar a ningún acuerdo político que permitiese su aprobación.

En el 2021, esa situación excepcional se va a repetir, pero el contexto político es muy distinto. Fue el propio gobierno local, ahora con el PSOE al frente, el que anunció a principios de octubre que prorrogaría las cuentas. El argumento que esgrimió es que la pandemia iba a provocar un importante descenso de ingresos, y que la prórroga permitiría activar herramientas financieras para amortiguar la caída.

El argumento no convence a la oposición, que ha criticado la prórroga, anunciada sin negociación previa, de forma unánime. Pero el gobierno local ha rechazado esas críticas, e insiste en que la prórroga era la mejor opción.

A falta de que la inversión en obras y servicios confirme las ventajas de la elección, sus inconvenientes tendrán que ser abordados de inmediato. Los convenios con las asociaciones y las propias inversiones dependen ahora de que el pleno apruebe una o más modificaciones de las cuentas prorrogadas. No será un trámite rápido, solo la parte administrativa requerirá más de dos meses, sin contar la imprescindible negociación con los grupos. En el 2019, el modificativo, apodado «minipresupuesto», no entró en vigor hasta mayo, cuando ya se habían perdido cinco meses.