Robos, okupas y venta de drogas, el viacrucis de Os Mallos

La Voz A CORUÑA

A CORUÑA

Marcos Míguez

Los vecinos piden «medidas urgentes» ante lo que tachan de «desidia municipal»

11 dic 2020 . Actualizado a las 11:49 h.

Los vecinos de Os Mallos han comenzado a movilizarse y a «tomar medidas» por su cuenta, apunta una residente en el barrio, Pilar Neira, en nombre del colectivo Distrito Mallos. En un escrito denuncian «la problemática» a la que se enfrentan tras el repunte de «robos en comercios y casas, la venta de droga y la ocupación de viviendas». Sus quejas han sido trasladadas a la concejala Diana Sobral Cabanas, responsable de Comercio, Mercados y Barrios del gobierno municipal de Inés Rey.

«Os Mallos arrastra desde hace años un sinfín de deficiencias, pero una de las más acuciantes durante los últimos meses tiene que ver con la ocupación ilegal de viviendas y el repunte de la venta de drogas. Ante el incremento de hurtos, nos hemos puesto manos a la obra y preparamos una serie de acciones para combatir la inseguridad que se vive. Así se lo trasladamos a la edila Diana Sobral Cabanas», destacan en el comunicado.

El pasado mes de noviembre se cuantificaron, solo en la primera quincena, tres asaltos. Uno de ellos, en una tienda de congelados. Un hombre cogió la máquina registradora y golpeó gravemente a una vecina. El 091 logró atraparlo en O Ventorrillo, tras una persecución. «Tenemos miedo por esta sucesión de hechos y estamos alerta ante lo que pueda pasar. Solicitamos mayor presencia policial, que sirva para tranquilizarnos y disuadir a aquellos que quieran delinquir», solicitan.

Los cierres continuados de negocios son también una de las posibles causas de este aumento de la delincuencia, según manifestó a La Voz hace un mes, en plena ola de robos, José Salgado, el presidente del colectivo Distrito Mallos, ajeno al de la asociación de vecinos. «Necesitamos medidas urgentes. Os Mallos es un ejemplo de la desidia municipal durante años. No queremos criminalizar a ningún colectivo, pero consideramos que la solución pasa por recuperar las figuras del policía de barrio y del vigilante nocturno», detallan en el comunicado.

El alumbrado público, «inexistente o deficiente», añaden, aumenta la inseguridad y «nos obliga a cambiar nuestros hábitos» para evitar ciertas calles a ciertas horas. La limpieza, terminan, es otra deuda pendiente con el barrio.