La Marea pacta con el PSOE, pero elogia y no rechaza la propuesta del PP
11 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Francisco Jorquera, portavoz del Bloque, afirmó que el acuerdo de ayer debía ser un precedente para recuperar la línea política que llevó a la investidura de Inés Rey, facilitada por los votos del PSOE, la Marea y el BNG. De forma indirecta, el socialista José Manuel Lage puso la misma idea sobre la mesa cuando agradeció a la Marea que entrase en el acuerdo.
Pero la votación posterior puso las cartas sobre la mesa. La abstención de la Marea y el especial cuidado que puso en su discurso para no ofender al PP indican que la alianza que inauguró el mandato solo es un recuerdo.
Pese a las invitaciones mutuas de las últimas semanas, entre las filas socialistas pocos ven posible establecer un marco de confianza con el PP, y aún será más complicado después de ayer. Pero en el seno del PSOE también impresionó ver los gestos de asentimiento, próximos al aplauso, que la portavoz y el viceportavoz de la Marea, María García y Iago Martínez, hacían durante las intervenciones de Rosa Gallego.
Hace solo unos meses, algunos miembros de la Marea incluso negaban el saludo a la portavoz del PP por los pasillos de María Pita, pero las circunstancias han cambiado y el enemigo a batir ahora para la Marea es Inés Rey. Lo dicen entre las filas socialistas y también entre las del PP, que desde hace semanas advierten con sorpresa el cambio de actitud del grupo de izquierda.
Pero por el momento, la pinza que teme el PSOE, que necesita al PP o a la Marea para sumar mayoría absoluta, no se ha producido. La Marea echó ayer cabos a ambas orillas. Dio un acuerdo a los socialistas, pero después les criticó sin ambages y les dio un portazo en la cara al abstenerse en la votación. Al PP le hizo un discurso favorecedor, pero su abstención les impidió aprobar sus propuestas. El choque entre los dos partidos con mas votos permitió a la formación que gobernó A Coruña entre el 2015 y el 2019 recuperar protagonismo como árbitro y desgastarlos, al no casarse con ninguno de ellos.
El PSOE, como ocurrió con las ordenanzas, salvó un pleno del que podría haber salido con la marca de la minoría. Lo evitó por la negociación de última hora de su portavoz, José Manuel Lage, pero quedan más de dos años y la oposición tendrá más bazas.
