La velutina cambia sus hábitos y avanza hacia el centro urbano de Sada

A CORUÑA

Uno de los trabajos en altura contra las velutinas
Uno de los trabajos en altura contra las velutinas sem

El SEM sadense ha eliminado más de un millar de nidos de avispa asiática

21 dic 2020 . Actualizado a las 23:49 h.

Los nidos de velutina siguen siendo una plaga en toda la comarca, lo que ha obligado en los últimos años, desde su detección en el 2012, a destinar medios y recursos a evitar su proliferación. El Servicio de Emergencias Municipal  (SEM) de Sada, que cogió en el 2006 el relevo a estas tareas en el municipio a la empresa Tragsa, ha retirado ya 1.131. «Ese año empezamos a final de verano y retiramos 56 nidos, por lo que el millar y pico fueron en tres años», matiza el responsable del SEM sadense, Alejandro Morales.

El actuar contra una especie que anida en altura les ha obligado al cambio de pértigas y a contar con un elevador de 14 metros que les sirve para estos cometidos. «Medios no nos han facilitado y estamos también contentos con la colaboración que tuvimos desde la Xunta», remarca, y optan por la colaboración de los bomberos de A Coruña para situaciones especiales. «A mí me tocó uno a 42 metros en el colegio de Mosteirón, una locura», recuerda sobre las actuaciones más singulares contra las velutinas. «Ahí vino la escala de los bomberos de A Coruña porque era inviable hacerlo con cualquier otro medio, fue uno de los primeros nidos retirados y de los más impresionantes. Ahí vimos realmente a lo que nos enfrentábamos, a 42 metros, un nido de un metro por un metro de diámetro y todo lleno de velutinas rodeándolo te das cuenta de que es un problema bastante serio», apostilla.

La velutina es un trabajo de contención, lo de la erradicación yo no lo veo

Morales detecta un crecimiento en la presencia de la avispa asiática en el municipio. «La velutina es un trabajo de contención, lo de la erradicación yo no lo veo, es una especie que ha venido para quedarse y lo que hacemos es intentar contenerla», precisa y aprecia cambios en su comportamiento: «Este año lo que se ve es que están metidas en el casco urbano».

«Notamos muchas variaciones desde el primer año, cuando estaban a ocho o nueve metros, pero se sintieron atacadas y se elevaron, luego hicieron nidos bajo tierra, parece que tienen inteligencia», comenta el responsable del SEM Sada. «La velutina se desplaza en un radio de dos kilómetros cuadrados para comer y se va a todo lo que tiene flor y frutal, y en el casco urbano hay bastante», indica a modo de justificación del cambio de ubicación, para puntualizar que se han encontrado numerosos casos «en edificios, en cornisas en un cuarto o quinto piso. Están variando mucho donde hacen los nidos».

301 este año

«Nos extraña mucho ver tanta actividad en casco urbano», reconoce Morales y apunta que por eso en donde han detectado más nidos este 2020, en el que han retirado en total 301, es en Santa María de Sada.

El confinamiento también ha dejado huella en este trabajo, reconoce, porque los vecinos no pudieron combatir los nidos primarios. «Vimos algo muy anecdótico este año en noviembre, un nido primario con actividad», comenta y explica que en otoño, con la caída de las hojas, las llamadas de aviso se multiplican. «Aunque no tengan actividad los hay que retirar porque genera intranquilidad e inquietud entre la gente», defiende.

El SEM, que se creó en el 2015 y ahora cuenta con diez profesionales, habilitó en el último año un canal directo para atender los avisos con la máxima rapidez que permiten las circunstancias del servicios, siendo el tiempo medio de respuesta de 24 horas. Contactan con quien alerta de la existencia de un nido, planifican la visita y coordinan la actuación. Desde el SEM se remarca que se retiraron la mayor parte de los nidos, excepto donde no pudieron actuar debido a encontrarse en un lugar inaccesibles o inalcanzables por altura.