Acepta dos años de cárcel por estafar a cuatro empresas fingiendo mediar en ayudas de la UE

La Voz A CORUÑA

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

El acusado y otro hombre, ya fallecido, convencieron a las compañías del pago de más de 330.000 euros

09 dic 2020 . Actualizado a las 12:28 h.

Uno de los acusados de estafa continuada a cuatro empresas por fingir mediar para conseguir ayudas de la Unión Europea en el 2013 ha aceptado dos años de cárcel, una multa de 1.620 euros y el reintegro de los más de 330.000 euros obtenidos ilícitamente. La conformidad se ha celebrado en la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña.

El otro hombre, para el que la Fiscalía también pedía inicialmente cuatro años y seis meses de prisión, ha fallecido, según ha explicado el juez en la sala. La fiscal ha rebajado la pena solicitada por considerar «justificada» la introducción de dilaciones indebidas en el proceso.

Los hechos se remontan al 2013 cuando los acusados, J.L.L.P. y S. R.S.M., según la fiscal, obtuvieron «indebido beneficio patrimonial» engañando a cuatro empresas para que contrataran a una sociedad, creada por ambos, para que realiza distintos proyectos con el fin de obtener financiación europea.

Los honorarios que marcaban eran del 5 o el 6%, según el escrito de calificación, del crédito solicitado, que ascendían a varios millones de euros. En total, las compañías supuestamente estafadas ingresaron más de 330.000 euros a la empresa.

Conforme al escrito de calificación, J.L.L.P. «fingiendo ser representantes del Banco Europeo de Inversiones» en España y Portugal concertaba entrevistas con representantes de las empresas «ofreciendo sus servicios para conseguir la financiación que necesitaban».

Por su parte, la Fiscalía mantenía que S. R.S.M., de acuerdo con el otro encausado, convencía a los representantes de las compañías de que debían elaborar unos proyectos de viabilidad para obtener el crédito y les remitía a una sociedad creada por ambos y otros.

En su escrito de acusación, el ministerio público sostenía que ambos procesados sabían que los proyectos eran «inviables» ya que, señala, para obtener la financiación no era la entidad europea la que gestionaba estos procesos, de menos de 25 millones de euros, sino «bancos comerciales colaboradores».