Cristina de la Puente: «Sin domicilio no hay ayudas ni contratos, no es solo dónde dormir»

Con el término «alquiler solidario» se refieren en la organización sin ánimo de lucro Poten100mos a aquellos arrendamientos en los que el propietario llega a un acuerdo con un inquilino que se encuentra en riesgo de exclusión por haberse quedado sin trabajo o sin hogar, mediando el pago de un alquiler justo y una fianza. Todo con el objetivo de que el inquilino pueda rehacer su vida y encontrar estabilidad económica y laboral en esa vivienda. Para fomentar este tipo de contratos que huyen de la escalada que están protagonizando los precios de los alquileres, lanzan una campaña que explica al directora de proyectos de la entidad, Cristina de la Puente.

-¿Por qué ponen en marcha esta campaña ahora?

-Después del estado de alarma se reabrieron los desahucios y están yendo más rápido que nunca, se incrementaron las ventas de inmuebles y bajaron los que se ponían en alquiler, subió la demanda y bajó la oferta, y eso ha aumentado los precios. Ahí quedaron muchas familias que podrían pagar el alquiler, que tendrían incluso para pagar una fianza, pero que se han quedado en el paro y que solo están cobrando el desempleo u otras ayudas. Y por no tener nómina, no consiguen un seguro de impago. Se está creando una especie de burbuja inmobiliaria como la que había antes de la crisis, pero con los alquileres. Estamos cometiendo los mismos errores.

-¿Cuál es su objetivo?

-Queremos que la gente sepa que aunque una persona no tenga nómina, puede hacer frente a un alquiler religiosamente, con la ayuda que esté cobrando y con la red de apoyo que hay a su alrededor, desde la Xunta al Ayuntamiento, pasando por nosotros.

-Pero cada vez hay más desconfianza a la hora de alquilar un piso y se exigen más garantías.

-Y la cosa ha empeorado con el tema de los okupas que tanto ha salido en los medios. Por culpa de eso están pagando justos por pecadores. La cosa se está poniendo cada vez más difícil, y no queremos llegar a los extremos que se están viendo en Madrid o Barcelona, donde ya se están alquilando coches para dormir. Queremos que vuelva a ser como antes, que se daba una fianza y ya estaba, porque eso sí es asimilable para esta gente a la que, sin embargo, no les dan avales.

-¿Cómo hacen para que surja esa confianza?

-De entrada te diré que es tal el agradecimiento que muestran los inquilinos hacia aquellos que confían en ellos que no fallan ni un solo mes en el pago. Los ingresos que reciben son ayudas que esperamos que se conviertan en nóminas cuando se asienten y puedan reorganizar su vida y encontrar un empleo. Aunque a día de hoy el tener una nómina no es garantía de nada. Nosotros nos encargamos de revisar la situación de los inquilinos. Además, durante un tiempo, mediamos entre arrendador y arrendatario.

-Dice que cada vez les derivan más casos de búsqueda de vivienda desde el Ayuntamiento.

-Hemos multiplicado por diez los casos desde el fin del confinamiento, y es una barbaridad. Ahí hay gente que procede de desahucios, pero también muchos a los que se les acaba el contrato y a los que les dice el propietario que les sube el alquiler. El problema no es solo dejar a una persona sin techo, es que detrás hay una familia, hay niños. Pero es que, además, sin domicilio les quitarían las ayudas que pudiesen estar percibiendo, no les harían contratos... Es mucho más que tener dónde dormir. Nos lo dicen todos, comer no es el problema, hay muchos lugares donde hacerlo en esta ciudad. La cosa es conseguir una vivienda. Esta misma semana tuvimos a una mujer con dos niños que trabajaba en una residencia pero que se quedó sin trabajo. Nos decía que no sabía si buscar antes empleo o vivienda, porque sin vivienda no le daban empleo, y sin empleo no conseguía vivienda. Así es imposible reconstruir una vida.

-¿Cómo establecen esos precios justos de alquiler?

-Basándonos en estadísticas de inmobiliarias. En el último año el precio de la vivienda arrendada en A Coruña ha subido un 10,3 %, y subió en todos los distritos. Antes algunos barrios o municipios colindantes como Arteixo eran una vía de escape, pero ahora ni eso: los precios se han equiparado, ya no hay casi diferencia. Hemos visto subidas de 200 euros en pisos por los que hasta ahora se pagaban 350. Hace un año te encontrabas alquileres mucho más razonables. Pisos de una o dos habitaciones por 300 o 350 euros; de tres habitaciones, 400 euros... Y ahora nos encontramos con que se piden hasta 500 euros por apartamentos de una habitación y por las viviendas de tres, 800.

«Durante el estado de alarma extendimos nuestra atención a unas 300 familias»

Poten100mos cumple este 15 de diciembre 5 años de existencia.

-Son una entidad todavía muy joven.

-Pero los que trabajamos en ella tenemos mucha experiencia. Lo pusimos en marcha Isabel Zas y yo como un proyecto muy personalizado destinado a la búsqueda de recursos y empleo, pero también al desarrollo personal, para conseguir que las personas cogieran las riendas de su vida.

-¿Cómo trabajan?

-Tratamos de crear una red de apoyo, proporcionar todas las herramientas personalizadas que el usuario puede necesitar. Damos un impulso para arrancar y retomar su vida. Para ello trabajamos en red con muchas entidades y con las Administraciones, como la Consellería de Política Social y Servicios Sociais del Ayuntamiento. Depende de cada caso, pero las personas que pasan por aquí no están más de dos meses, excepto en el caso de la vivienda, que sí que estamos más tiempo.

-¿Están teniendo buenos resultados?

-Sí, con un 43 % de personas contratadas de las que han pasado por Poten100mos. Pero en este año tan extraño hemos tenido que diversificar nuestra actuación. Durante el estado de alarma extendimos nuestra atención a unas 300 familias, proporcionándoles alimentos y otro material de primera necesidad. Ahí tuvimos que pedir donaciones para poder llevar pañales y demás... No es nuestra labor fundamental, pero hay que estar para cubrir las necesidades que surjan.

-Incluso tienen un festival, DiversidArte.

-Es nuestro proyecto cultural, que nos ha dado mucha visibilidad y que incluso lo llevamos hasta otros municipios este verano.

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