La lareira resiste como uno de los atractivos de las casa rurales en venta o alquiler

R. García A CORUÑA

A CORUÑA

JOSE MANUEL CASAL

«Cocina con lareira». Es uno de los valores citados en la mayoría de los anuncios inmobiliarios del medio rural. Hay viviendas de la comarca de As Mariñas en las que la lareira es la original, aquella sobre la que en un tiempo se cocinaba y era el centro de la vida familiar

09 dic 2020 . Actualizado a las 09:07 h.

«La planta baja consta de amplio salón-comedor, una despensa, un baño y cocina con lareira». «Paredes de piedra, suelos de piedra y madera, tejado de uralita en buen estado, lareira en la cocina (típica de las cocinas gallegas).» «... y que cuenta con una lareira». Disponer de lareira es uno de los elementos destacados en los cientos de anuncios de casas que están en venta o alquiler en la comarca de As Mariñas. Es uno de los efectos colaterales de la vuelta al medio rural que está impulsando la actual pandemia y que ha disparado el interés por este tipo de viviendas. 

Desde Okam Servicios Inmobiliarios confirman que entre las viviendas que tienen ahora mismo en cartera están desde una en A Laracha con una lareira original, a otras en las que este elemento ha sido reformado y acondicionado, pasando por «una casa en Arillo que tiene dos chimeneas».

También es posible encontrar anuncios que, desde el punto de vista del patrimonio cultural, plantean algunos interrogantes: «Vendo piedras antiguas de hórreo de cantería que sirven para fabricar una lareira o...». Mejor no preguntar por lo qué pasó con el hórreo.

Aunque ha perdido casi toda su función, la lareira sigue ahí. Es algo que destacaba Manuel Gago, comisario de la exposición del Museo do Pobo Galego Ao pe do lar, dedicada a la gastronomía y la cocina gallega: «O tradicional mantense dándolle un novo uso, o que supón toda unha lección de cultura». Y es que aunque la tecnología y la modernidad están presentes en las nuevas cocinas se mantiene esa tradición que, decía Gago, es toda una lección práctica por la forma de sobrevivir que tiene cada uno de los elementos que han ido configurando las cocinas gallegas en el último siglo: se mantienen las lareiras, casi como elemento decorativo y de uso muy puntual, pero también la cocina bilbaína y en algunos casos incluso la cocina de butano. Para Gago esta es toda una lección de diversidad en la conservación de una parte del patrimonio cultural y etnográfico.

Dicha exposición incluía fotografías de las cocinas típicas gallegas de cada época, obra de Maribel Ruiz de Erenchum y Soledad Felloza destacando entre ellas una imagen de la lareira del Pazo de Santa Mariña del Castro de Amarante, en Antas de Ulla, que fue construida en 1540 y funcionaba a comienzos de este siglo.

La nostalgia de la lareira evoca un tiempo de conversaciones en su entorno, algo que ha sido recogido en publicaciones como Los espacios femeninos de la casa tradicional gallega, cuyo autor es el antropólogo Manuel Mandianes.

Para este mes de diciembre está prevista la presentación en Betanzos del libro Lareira de soños, cuya autora Pastora Veres, es vecina de la villa. El volumen tiene algo más: «O documental Entrar aos Vilares, producido pola Lareira de soños e dirixido por Cibrán Tenreiro para acompañar o libro que está a rematar Pastora Veres sobre a parroquia chairega de Xosé María Díaz Castro, foi posto en aberto en YouTube para colaborar na corentena do coronavirus e facer máis levadeiro o encerro. En só dous días, o filme acadou na plataforma videográfica 1.000 entradas, o que supón un éxito para un filme modesto que foi finalista da Mostra Internacional de Cinema Etnográfico». Esto indican desde la Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega. Esta obra, de unas 400 páginas, es fruto de seis años de trabajo y un centenar de entrevistas y en ella Pastora Veres recoge la historia de su parroquia natal: Os Vilares, en la Terra Cha, contada como una de aquellas historias de lareira.

Una da las funciones de la lareira era la de calentar la cocina y para ello es necesario alimentar el fuego. Ahora es posible adquirir leña en diversas lugares, y empresas como Pergocenor, ubicada en la parroquia betanceira de Viladesuso, ofrece entre sus servicios este. Suministran a prácticamente toda la comarca de As Mariñas y su oferta es «leña seca o reciente para sus chimeneas, cocinas y hornos, dado el alto coste de las calefacciones convencionales de gasóleo y eléctricas». El precio de un metro cúbico de leña de carballo seca es de cien euros.

Limpiador de chimeneas, tras 25 años de deshollinador en Suiza

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«No hay profesionales». Así de rotundo es Manuel Casal, dueño de la empresa Tecno Chimeneas Galicia, radicada en Teo pero que opera en Betanzos, Oleiros y otros municipios de As Mariñas. Casal estuvo trabajando durante 25 años en Suiza. Allí se formó como deshollinador: «Íbamos todos los años a limpiar las chimeneas. Aquí yo le aconsejo a la gente que lo haga cada tres años». Se presenta como especialista en chimenas porque considera que como deshollinador «no hay profesión» ante la falta de una formación reglada, algo que sí encontró en el país helvético.

Relata los intentos de hacer ver a los responsables de la Xunta la necesidad de que exista una formación profesional para formar a este tipo de profesionales pero no lo logró. Por eso él intenta formar a gente joven «porque hay mucha demanda y se me van los clientes por falta de personal para atenderlos». Hace casi dos décadas que volvió de Suiza y siempre se ha dedicado a esta tarea. De hecho el primer nombre de su empresa fue Deshollinador Galicia «pero como no tenía el nombre registrado me quedé sin él».

Apunta que esta tarea va más allá de «pasar un cepillo» y comenta la última novedad: extractores para edificios de policarbonato. También instala y rehabilita chimeneas. Son algunas de las múltiples tareas que ofrece Manuel Casal y que tienen ya poco que ver con la figura clásica del deshollinador.