Treinta toneladas de alimentos en la cadena humana más solidaria de A Coruña

A CORUÑA CIUDAD

El Banco de Alimentos tardaría un mes en recolectar la cantidad recogida este viernes

22 nov 2020 . Actualizado a las 00:03 h.

Durante dos semanas se ha hablado del efecto dominó que ha supuesto el cierre de la hostelería, de esa larga cadena capaz de tumbar la ciudad entera. Pues bien, esta vez la cadena se ha levantado, en una muestra apabullante de solidaridad, para llevar de mano en mano todos los alimentos y productos de primera necesidad que los hosteleros donaron este viernes al Banco de Alimentos Rías Altas y a la Cocina Económica. Más de 30 toneladas que derivan de lo que el sector no puede cocinar en sus establecimientos.

Tras la jornada de recolección, y antes de dar inicio a la cadena humana que trasladó las donaciones desde la plaza de María Pita hasta la calle Cordelería, Héctor Cañete, representante del gremio, dirigió unas palabras de agradecimiento a los presentes. «Hoy, cuando peor lo estamos pasando, hemos dado un ejemplo», dijo, «Más allá de las reivindicaciones, también queremos apoyar a los más necesitados».

Posteriormente, intervino la alcaldesa Inés Rey. «Hai aproximadamente dez días esta praza estaba repleta de hostaleiros que sufrían un peche nos seus locais», recordó, «Hoxe volve encherse, esta vez de trinta toneladas de solidariedade que nos fan máis grandes como cidade».

La cadena humana recorrió los 750 metros que separan el Ayuntamiento de la Cocina Económica. Medio millar de personas dieron vida a la acción, entre ellas hosteleros activos y jubilados, voluntarios, policías, Protección Civil, bomberos y vecinos.

Aunque entre los asistentes comentaban que faltó más participación ciudadana y «la gente no respondió lo suficiente», insistieron en que «lo que importa es el fin, que lleguen los alimentos. Vienen las Navidades y esto es un regalo para muchas familias». Si bien en algún punto hubo dificultades para realizar un traslado fluido, los asistentes consiguieron llevar de mano en mano cientos de bolsas de alimentos y productos de primera necesidad.

La primera bolsa

Después de una hora, la primera bolsa de alimentos llegaba a la Cocina Económica entre aplausos, aunque en el ambiente también se sentía la aflicción de uno de los sectores más perjudicados por la crisis. Lo hizo en manos de Manuel Fondo Blanco. «Soy hostelero, tengo tres personas en ERTE y sé que la situación es difícil, pero se trata de lo que puede aportar cada uno», declaró, «Estamos bajos de ánimo, llevamos mucho tiempo en esto, y no sabemos lo que viene, pero también nos preocupa lo que está viviendo mucha gente. Queremos ayudar con lo que humanamente se puede», insistió.

Otra hostelera, Rosa Ferreira, compartió su opinión: «Nos contenta que llegue esta ayuda a gente que lo está necesitando. No quiere decir que nosotros no lo necesitemos, pero hay que mirar alrededor», aseguró. «Es difícil ser solidario en esta situación, pero es importante: creo que es lo que te hace sentir persona y eso es lo que mueve el mundo, si no, no seríamos nada», enfatizó.

Por su parte, Óscar Castro, administrador de la Cocina Económica aseguró: «Es un acto de los más bonitos que recuerdo en los años que llevo aquí. Lo vivimos con emoción. Estamos viendo entrar desde niños hasta hombres y mujeres, toda la gente que compone la hostelería».

«Somos conscientes de su esfuerzo. Su gesto permite que las arcas de la entidad descansen un poco y se llenen de nuevo gracias a toda esta solidaridad. Esto será una alegría para muchas familias», recordó Castro.

Los hosteleros donan y recogen miles de kilos de productos para los más necesitados

Vacían sus locales al no poder abrir por culpa de las restricciones derivadas de la pandemia

Emiliano Mouzo

La crisis de la pandemia ahoga a muchos hosteleros. Pero quieren demostrar que además de protestar, de realizar marchas «sabemos hacer más cosas, y en esta caso optamos por la solidaridad», explicó Héctor Cañete, presidente del gremio.

Y es que desde primera hora de la mañana de este viernes, la asociación hostelera, con el apoyo del Ayuntamiento, Protección Civil y voluntarios, pusieron en marcha la iniciativa de recoger alimentos y otros productos de primera necesidad para donar al Banco de Alimentos Rías Altas y a la Cocina Económica. Las entregas se pueden hacer en una carpa instalada frente al palacio municipal.

Los organizadores están «asustados y al mismo tiempo orgullosos y agradecidos» por tantos gestos de solidaridad. «Estamos recibiendo miles de kilos de mercancía, tanto de alimentos como de otros productos de primera necesidad», recalcó satisfecho Héctor Cañete.

Los hosteleros de la ciudad, del área metropolitana «y hasta de Fisterra» están vaciando de mercancía sus locales por no poder venderlos al estar cerrados por las restricciones del covid-19. 

La operación de recogida se realiza en tres líneas. La primera es trasladar los productos perecederos, carne, pescado, fruta y alimentos que necesitan frío «a las cámaras de congelación o refrigeradas del Banco de Alimentos Rías Altas o a las instalaciones de la Cocina Económica», explicó Cañete.

La segunda vía es recoger en la carpa de materiales otro tipo de alimentos «que no necesitan refrigeración y no tienen fecha de caducidad». Y en esta fórmula, además de los hosteleros, «están participando nuestros proveedores, que llegan a la plaza de María Pita con furgonetas y camiones cargados», subrayó él presidente del sector. Y es que al no tener pedidos «ellos también tienen mucha mercancía sin rotar», explicó Cañete. 

Y la tercera vía es el comportamiento solidario de muchos particulares: «Jamás vi comportamientos con tanto cariño hacia los demás, con tanta fraternidad», recalcó Cañete. Y es que desde que abrió la puerta la carpa de recogida «es un continuo goteo de convecinos, de A Coruña y de nuestros alrededores».

Héctor Cañete se muestra satisfecho por los resultados de la iniciativa. Está agradecido a todos los que están apoyando este proyecto, pero también se muestra preocupado «por nuestra situación, ya insostenible». Y pone un ejemplo: en la mañana de este viernes llegó una mujer con su vehículo cargado de mercancía. Los donó a la campaña. Pero Cañete se fijó que a la señora le caían las lágrimas. El presidente del sector quiso saber lo qué le ocurría. La mujer le explicó que lo que acababa de donar era todo lo que tenía en su negocio, «porque la situación le obligó a cerrar definitivamente», explicó Cañete desolado.