El informe ambiental del tren a Langosteira, en riesgo de caducar por el retraso de la obra

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Hacer el estudio llevó más de tres años, y expirará en ocho meses si Fomento no lo impide

24 oct 2020 . Actualizado a las 20:59 h.

Los años de retraso que acumula la obra de punta Langosteira amenazan con invalidar el trabajo hecho hasta ahora. El próximo 26 de junio, dentro de ocho meses, caducará el informe de impacto ambiental de la obra, que fue publicado en el BOE del 26 de junio del 2017. La redacción del informe llevó a la Administración del Estado más de tres años de trabajo -el trámite se inició el 26 de marzo del 2012-, que pueden ser inútiles si el Ministerio de Fomento, que fue el promotor del proyecto, no lo remedia.

El ministerio podría poner en marcha la obra, incluida en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte aprobado en julio del 2005, lo que da una idea del retraso que acumula. De hecho, el ADIF anunció a principios de marzo del 2019 que licitaría los trabajos antes del ecuador de ese año, pero no ha sido así.

La otra opción que tiene Fomento es pedir a Medio Ambiente una prórroga del análisis. En ese caso, el informe seguiría siendo válido dos años más, hasta el 26 de junio del 2023. Si ese plazo llega a cumplirse sin que hayan arrancado las obras será necesario volver a hacer desde cero el informe de impacto ambiental.

A primera vista, la posibilidad de solicitar la prórroga podría restar importancia a la necesidad de licitar los trabajos cuanto antes, como reclaman la Xunta y partidos como PP, BNG o Marea, pero esos dos ejercicios extra no son un margen tan amplio. La obra tiene un presupuesto de 140 millones de euros, por lo que el proceso de licitación podría alargarse durante más de un año sin demasiadas dificultades.

La propia conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, mostró esta semana su incomprensión por el retraso: «Non entendo por que non está licitado xa, hai un proxecto construtivo concreto, hai unha aclaración de impacto ambiental, e polo tanto pódense licitar estas obras, descoñezo o motivo polo que o Goberno de España non o ten feito». 

Dudas sobre la financiación

La necesidad de licitar los trabajos cuanto antes también está relacionada con las oportunidades de financiación. En los próximos seis meses deben definirse los proyectos que optarán a la próxima remesa de ayudas europeas para el período 2021-2027.

Algunas comunidades autónomas ya han lanzado sus propuestas para invertir el dinero europeo. Es el caso de Canarias, que solicitará al Gobierno 3.850 millones de euros para las líneas férreas de Gran Canaria y Tenerife.

El enlace ferroviario de Langosteira tiene un coste mucho menor, 140 millones de euros, pero por ahora el ADIF y Fomento han evitado confirmar qué vías de financiación se emplearán, y tampoco precisaron cuándo se licitarán los trabajos. Esa situación se mantuvo esta semana, cuando ambas se limitaron a señalar que están trabajando en un convenio para aclarar la financiación. 

Años de parálisis

Mientras no se desbloquea la obra del enlace ferroviario, el futuro de la ciudad sigue en suspenso. El presidente del Puerto recordó esta semana que sin ferrocarril no se podrán liberar los terrenos del puerto interior, de los que depende la expansión urbana de A Coruña. Sin tren continuarán llegando graneleros al puerto interior, cuando el puerto de Langosteira fue diseñado como refugio, para evitar otra catástrofe como la del Prestige.

Sin ferrocarril además se asfixia el crecimiento del Puerto, que no puede ofrecer un servicio de transporte básico a sus operadores, y al mismo tiempo debe cobrar tasas más elevadas que sus competidores como consecuencia de la construcción de punta Langosteira. Esa pérdida de competitividad se agrava además porque, al tener que operar tanto en los muelles interiores como en los exteriores, es necesario duplicar servicios e instalaciones, lo que lastra las cuentas tanto de la Autoridad Portuaria como de las empresas que operan en A Coruña.

Una reclamación unánime, sin respuesta

No solo la Xunta o la Autoridad Portuaria exigen una solución para la deuda del Puerto y la construcción del tren a Langosteira. En los últimos meses, desde el presidente de los empresarios coruñeses, Antonio Fontenla, hasta la portavoz del BNG, Ana Pontón, pasando por la práctica totalidad de las fuerzas políticas y numerosas asociaciones más, han reclamado una solución para ambos contenciosos.

Esa reivindicación se ha traducido en resoluciones muchas veces unánimes del pleno, el Parlamento gallego, el Congreso y el consejo del Puerto. Pero las reclamaciones han caído, hasta ahora, en saco roto. El actual Gobierno no las ha atendido y ha llegado a plantear que la Autoridad Portuaria, ahogada por más de 200 millones de deuda, pague también el tren.