Asaltan una tienda deportiva y los detienen por pararse a desnudar a un maniquí

Tamara Rivas Núñez
T. Rivas A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Cedida

El botín, entre prendas y dinero de la caja, superó los 500 euros

10 oct 2020 . Actualizado a las 14:53 h.

Sucedió con nocturnidad, como suele pasar con este tipo de sucesos, pero sin la cautela necesaria para que el golpe resultase exitoso. Y es que los dos ladrones que entraron a robar en la madrugada del jueves al viernes en la tienda Base Todo Deporte de la calle Payo Gómez fueron detenidos a escasos metros del local por pararse a desvestir a un maniquí y dejar un reguero de sangre que los delataba. «Tenían ropa de sobra por toda la tienda para poder llevarse, pero decidieron quitársela a un maniquí no sé sabe por qué», comenta con cierta sorpresa Rubén Sánchez, responsable del negocio familiar.

La Policía Nacional llegó al lugar alertada por las llamadas de los vecinos que se despertaron en plena noche por el ruido que los cacos estaban haciendo al tratar de romper el cristal del escaparate, un vidrio de seguridad de 8x3 metros. Consiguieron hacer «un agujero de unos 60 centímetros y según nos explicaron los de la cristalería fue a base de insistir con los golpes». En el transcurso del golpe dejaron huellas y manchas de sangre para ponérselo todavía más fácil a la Policía Científica que tomó las muestras. 

Más de 500 euros

Las cámaras de la tienda deportiva también dieron cuenta de lo que allí sucedió. «Primero entró uno y fue directo a la caja y al rato entró el otro que se puso a desvestir al maniquí y se llevó un anorak, las deportivas y una riñonera», explica el encargado. Entre el dinero que había como fondo de caja y las prendas de ropa, el botín superó los 500 euros, «pero no es solo el dinero, es también el destrozo que hicieron tanto en el cristal como en el interior y el susto».

La tienda deportiva abrió sus puertas en abril del pasado año, y en estos meses «ya llevamos unas diez denuncias por pequeños robos, pero nunca por algo así. Normalmente se llevan una o varias prendas al probador y desimantan la alarma». Los propietarios no pensaban al instalarse en esta céntrica ubicación que tendrían que enfrentarse habitualmente a situaciones de este tipo, pero «se está convirtiendo en un tema preocupante».