«Podemos usar el 70 % del espacio, pero ¿cómo tenemos que calcularlo?»

Sara Pérez Peral
Sara Pérez A CORUÑA

A CORUÑA

José Manuel Dopico, gerente de La Ventana en Arteixo, ha vuelto a abrir las puertas de su cafetería después de 12 días cerrados. Las duras medidas de seguridad de la localidad impidieron que continuase con su negocio

20 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de que Sanidade levantase las restricciones en Arteixo en la medianoche del viernes, las barras de los bares y cafeterías de la localidad han comenzado a recibir a los primeros clientes. «Sinceramente, es muy pronto para tener una impresión. Esperemos que la gente pierda el miedo», explica el gerente de La Ventana, José Manuel Dopico. Todavía recuerda los días en los que apenas había movimiento por las calles, algo que influía en las carteras del comercio y también de la hostelería. Por el momento, la percepción que tienen desde La Ventana a esta flexibilización en las restricciones es de liberación: «Tenemos la sensación de que por fin nos permiten volver a respirar».

En su caso, la dureza en las medidas de seguridad impuestas para el sector de la hostelería, les llevó a cerrar su local. «Mi mayor negocio está en la cocina. Las cafeterías que vivíamos de las tapas no podíamos abrir bajo esas condiciones», indica Dopico, pues no cuenta con la licencia de restaurante. Algo que no se explica José Manuel Dopico: «¿Qué diferencia hay entre un restaurante que pone un plato y una cafetería que pone una tapa? No lo entiendo». Tampoco hay, según comenta Dopico, nadie al que preguntarle los porqués de todas las medidas que se publican, a qué es a lo que responden. «Hay tantas normativas... y desde el punto de vista del hostelero hay tantas a las que no les encontramos sentido...», agrega.

Asimismo, José Manuel Dopico tiene la impresión de que les están obligando a ejercer como «policías de la gente», cuando, según indica, deberían ser las propias fuerzas de seguridad las que vigilen y hagan que los ciudadanos cumplan con las medidas. Esas normas que, en su local, trata de que se cumplan. «Mis amigos me dicen que soy demasiado estricto con las medidas que impongo en mi cafetería. Me dicen que me tengo que relajarme», explica Dopico. Sin embargo, para él, la normativa es tan cambiante que uno no consigue acostumbrarse a las medidas. Tampoco saben si lo están haciendo bien, porque nadie acude a la cafetería para ayudarles o guiarles en la adaptación de los espacios: «Ahora podemos utilizar el 75 % del espacio, ¿pero cómo tenemos que calcularlo?».

Desde La Ventana, Dopico quiere enviar un mensaje de tranquilidad y animar a los vecinos a recuperar poco a poco esta nueva normalidad en la que estamos.