Langosteira utiliza su ubicación geográfica para atraer a buques que necesitan combustible

eMILIANO mOUZO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Emiliano Mouzo

Un quimiquero cargado atracó el jueves para llenar sus tanques

30 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 4 de agosto las nuevas instalaciones de punta Langosteira cumplieron 9 años de actividad. La primera operación, en el 2012, fue singular, con la carga de un portaviones, el Camberra, sobre el megacarguero Blue Marlin.

A partir de ese momento, el puerto exterior de A Coruña no dejó de crecer y de diversificar las actividades. El último logro de la Autoridad Portuaria fue conseguir que buques de gran porte que naveguen frente a la costa gallega «puedan hacer búnker; es decir, combustible en nuestros muelles exteriores».

Y esta operación fue la que realizó el quimiquero Fairchem Ángel. El barco navegaba cargado, en tránsito hacia Australia. Necesitaba combustible y solicitó a Capitanía Marítima y al Puerto de A Coruña autorización para atracar en Langosteira. Y tras obtener los oportunos permisos, fue allí donde repostó.

Antes, estas operaciones en aguas coruñesas se hacían a mar abierto, acoderándose, pegándose la gabarra nodriza al buque necesitado de combustible. O bien, entrando en los muelles urbanos para que camiones cisternas avituallasen a los barcos.

Cualquiera de las dos maniobras no están exentas de peligro, sobre todo si el buque está cargado. Y a mayores, si la maniobra se realiza en el interior de los muelles urbanos. «Es mucho más seguro entrar en Langosteira, y en caso de cualquier incidencia, esta sería más fácil de solucionar que en otro muelle», explican desde la Autoridad Portuaria.

De hecho, los técnicos del Puerto trabajan para lograr que alguna empresa petrolera o suministradora de derivados del crudo «instalen en Langosteira una red fija para abastecer a los buques», dijeron.

Desde que inició la actividad, hace ya nueve años, el puerto continúa creciendo, tanto en líneas de muelles de atraque, que ya alcanzan los 1.550 metros, como en explanadas para depósito de mercancías, en la llegada de nuevas empresas y la ampliación de las ya existentes. Y sobre todo, en volumen de mercancías: el 12 de junio Langosteira sumó 10 millones de toneladas desde su entrada en servicio.

Además, la construcción y puesta en marcha del puerto exterior puede definirse como un antes y un después en materia de contaminación en la ciudad. Y es que las mercancías que generan más polvo y menos respetuosas con el medio ambiente fueron, en su mayoría, trasladadas a las instalaciones portuarias en la costa de Arteixo. Es el ejemplo de los graneles sólidos, cereales para la cabaña ganadera de casi toda España, el carbón o el cemento. Langosteira espera ahora que Repsol traslade sus instalaciones y que las Administraciones apuesten por la construcción de la línea ferroviaria.