El monumento, que hoy reabre tras ser desinfectado, anunció en sus redes sociales la cancelación de visitas por el positivo de uno de sus trabajadores. La mayoría de los turistas desconocían la noticia y pasearon por el entorno entre la duda y la resignación
26 ago 2020 . Actualizado a las 23:25 h.Los turistas de A Coruña tendrán que esperar hasta este jueves para visitar la torre de Hércules. El martes por la tarde se publicaba en las redes sociales del monumento que uno de sus trabajadores había dado positivo por covid-19, por lo que se cerraba su acceso durante la jornada del miércoles para poner en marcha labores de desinfección. La noticia, anunciada como ocurre en estos casos con poca antelación, cogía por sorpresa a la mayoría de visitantes que se paseaban por la zona: «¡De vuelta para el hotel!» comentaba uno de ellos a las puertas.
La forma más habitual de conocer el anuncio era llegar y preguntar. «No teníamos ni idea hasta que en el punto de información y venta de entradas, nos dijeron que hoy estaba cerrada» explicaba Isabel Sanz y Vicente N. Estos visitantes, que venían desde Valencia, comentaban que entendían «las medidas cautelares de prevención tomadas», y pese a que defendían la postura de los expertos en este tipo de decisiones, «podría ser mejor que la mantuviesen cerrada más tiempo, solo por si acaso» concluía la pareja.
En el camino al faro, estaban José Antonio López y Teresa Marcos, habitantes de Burgos. Este martes estuvieron paseando por la zona, «y como hoy era nuestro último día, pensamos en subir la torre» explicaban. La noticia la recibieron al llegar, cuando le comentaron lo sucedido. «Las cosas pasan como pasan y hoy en día, se debe contar con estas anécdotas» reconocía José Antonio.
Al inicio de la cuesta que conduce a la Torre, estaban Ramón P. y María Ángeles C., procedentes de Madrid: «Ayer nos avisó nuestro hijo de que lo habían anunciado en Twitter» detallaba Ramón, y añadía que hoy paseaban por la zona, «para conocerla aunque no podamos subir». «Una pena» lamentaban, pero entendían que «nadie tiene el control en estos casos». Las valoraciones sobre si es «correcto o no» se la dejaban a los expertos, pero sin duda, calificaban la decisión de «lógica».
En medio de un grupo de cuatro personas, venían Janina Nuño y Yaiza Hurtado, naturales de un pequeño pueblo de Cataluña. Los integrantes desconocían el cierre de la torre de Hércules después de llevar una semana en Galicia. La medida, la consideran necesaria y coherente a la situación. No obstante, Yaiza añadía que «sería beneficioso mantenerlo clausurado durante más tiempo para garantizar la seguridad de los usuarios». Eso sí, el grupo formaba parte de los afortunados que no veían sus expectativas frustradas: «No queríamos entrar porque ya hemos visitado muchos faros», bromeaban.
Lo contrario les sucedió a Manolo M. y P. B. quienes reconocían no tener «ni idea del cierre». La pareja explicaba que estaban «de paso por la ciudad y sin rumbo». La mujer, P. B., comentaba que su intención era comprar la entrada «porque pensábamos que ya estaban todos los monumentos abiertos». A la hora de valorar si la medida de cierre temporal era suficiente, Manolo comentaba que dada la situación que atraviesa el país, «da un poco igual el tiempo que duren las indicaciones porque nunca se sabe». Para ellos, era «una pena no poder visitarla porque vinimos desde Alicante». Parece que el matrimonio tendrá que repetir.
Diego Graus de Zaragoza, estaba, junto a su mujer y dos hijas, sacando un par de fotos desde el exterior para al menos guardar algún recuerdo de la visita pospuesta: «Vinimos a la ciudad a pasar el día entero, y es una faena que no podamos entrar a la Torre». Como la mayoría de los allí presentes, daban por hecho que seguía abierta: «No hemos confirmado el estado del monumento antes de venir porque pensábamos que podríamos pasar». Diego no conocía la noticia al completo, pero entendía que era algo difícil de manejar, «especialmente si hablamos de asintomáticos» detallaba y añadía que al final, «tendremos que aprender a vivir con el virus hasta que se encuentre una solución».
Bettina Giménez y Fernando Rodríguez llegaron el martes por la noche desde Palma de Mallorca. La pareja alquiló una autocaravana para estrenarse en lo que supone, su primera visita a A Coruña. Sus planes de turismo no se estropearon porque solo habían parado «en el lugar para verlo por fuera y sacar unas fotos». Siguieron su camino hacia la zona de los menhires.
