Aparece un brote con tres infectados en la lonja de A Coruña

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

ANGEL MANSO

Son trabajadores de una empresa comercializadora que puso en cuarentena a toda su plantilla y ya ha retomado la actividad

10 ago 2020 . Actualizado a las 22:53 h.

Un brote con al menos tres infectados de covid-19 se ha desarrollado en el puerto de A Coruña. Son trabajadores de una importante empresa de exportación e importación de pescado y marisco que tiene sus instalaciones en la lonja de Linares Rivas. En la rula tiene la sala de sucios, donde recepciona el pescado que compra diariamente en las subastas y donde se evisceran las capturas, y el local de limpios, donde se prepara y se envasa el pescado para su distribución. También la administración de la firma se encuentra en la primera planta de la lonja.

Nada más conocerse el primer caso, los responsables de la empresa decidieron poner en cuarentena a toda su plantilla, unas veinte personas, y precintar las instalaciones para llevar a cabo una desinfección total, indicaron fuentes del sector.

De hecho, durante los días que duró la esterilización, la recepción y preparación del pescado se realizó en unas instalaciones distintas y a cargo de trabajadores contratados para ese fin, «aunque fueron muchos los compañeros del sector que les ayudaron», indicaron las mismas fuentes. Una vez culminada la profunda desinfección, la compañía volvió a abrir sus puertas y está desarrollando su actividad con toda normalidad.

También está funcionando sin problemas la lonja coruñesa y todos sus usuarios, subastadores, exportadores, carretilleros y técnicos de la fábrica de hielo del muelle del Este.

De hecho, entre ayer y hoy llegarán a los muelles pesqueros «una docena de boniteros, que subastarán sus capturas en Linares Rivas», y también está prevista la venta de las descargas de los los cerqueros, los barcos de arrastre de litoral, del pescado procedente del Gran Sol y las capturas de las embarcaciones de bajura.

Exhaustivos controles

Los responsables de la rula de Linares Rivas exigen el cumplimiento de la normativa y de los preceptos que rigen para luchar contra el coronavirus. Los usuarios tienen que pasar un control de temperatura, y si los resultados no son normales no pueden acceder al interior. Otra de las exigencias es el uso de las mascarillas «en todas las áreas de las instalaciones», tanto en las salas de subasta como en las de tratamiento del pescado y del marisco, en los pasillos, muelles de carga de camiones y en las oficinas.

Los responsables de la lonja también controlan el aforo, «y no puede exceder del 50 %», indicaron las mismas fuentes. Y desinfectan diariamente las instalaciones y las áreas anexas a la rula.

La tranquilidad es absoluta en el muelle: «El virus lo puede coger cualquiera, a pesar de cumplir con los protocolos de seguridad», dijeron miembros de la comunidad. Eso sí, «no podemos bajar la guardia», subrayaron.